Navarra defiende el toque de queda por el riesgo de contagio en casas y botellones
A través de una Orden Foral considera que es una limitación puntual del derecho de la movilidad y no una suspensión
PAMPLONA – El Gobierno de Navarra defiende en la Orden Foral publicó en la medianoche del sábado al domingo, que recoge las medidas para frenar la expansión de la covid-19 tras el fin del estado de alarma, la necesidad de mantener el toque de queda de 23.00 a 6.00 horas y la restricción de reuniones en el ámbito público a seis personas y a dos unidades convivenciales en el privado, con un máximo de seis personas, al entender que la limitación de estos derechos son una limitación puntual, no una suspensión de los mismos, y que cumplen el principio de proporcionalidad. Es decir, que lo que se sacrifica por derechos se compensa en beneficio sanitario.
En este sentido, y ante la hipótesis de no contar con el toque de queda y el cierre de la actividad hostelera a las 22 horas, hace concluir al Ejecutivo que existe el riesgo de que puedan proliferar reuniones y fiestas en sitios mal ventilados en las que se puedan no cumplir las medidas sanitarias con el consiguiente riesgo de contagios en población no protegida con las vacunas, que pueda desestabilizar “la frágil situación actual y hacer perder de nuevo el control de la pandemia”.
La Orden Foral de la consejera de Salud respalda esta decisión en que el pasado 22 de octubre, el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) ya ratificó la medida del cierre perimetral de la Comunidad Foral y que, ahora, el Gobierno lo que pide es una medida de limitación de la libertad de circulación temporal que, “en la práctica, afectaría a mucha menos población en Navarra porque se trata de limitar la movilidad para actividades no esenciales durante franjas horarias nocturnas, fundamentalmente ocio de la población joven”. Dado que se autorizó en su día una medida todavía más restrictiva, que podía afectar a más población, el Ejecutivo entiende ahora que hay suficiente cobertura legal para mantener el toque de queda.
Asimismo, la Orden Foral se atiene también a que en octubre de 2020 la Sala de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana ya ratificó, entre otras, la medida de la limitación de la circulación en horario nocturno.
En cuanto a la justificación de los requisitos que exige la jurisprudencia del TSJN para la adopción de estas medidas limitativas de los derechos fundamentales, el Gobierno de Navarra se refiere a que ninguna medida anti covid es “suficientemente eficaz por sí sola para contener el virus, sino que deben adoptarse de forma sinérgica y son complementarias unas de otras para poder ser eficaces en su globalidad”. Así, señala que del ámbito de todas las medidas adoptadas para contener el coronavirus, hay tres que necesariamente deben ir unidas. La primera hace referencia al cierre del interior de la actividad hostelera y la limitación horaria de las terrazas a las 22 horas, por ser “una actividad riesgo en cuanto a contagios y porque la Comunidad Foral todavía se encuentra en riesgo alto de contagios, con la amenaza preocupante de la mayor gravedad de las nuevas cepas detectadas ya en la comunidad”.
Así, indica que esta medida debe complementarse también con el pilar que supone limitar las reuniones en los domicilios por “el alto número de contagios que se está dando en el ámbito familiar durante toda la pandemia”, y porque la limitación de la actividad de bares y restaurantes “podría incentivar más reuniones en el ámbito privado, en espacios cerrados y con relajación de las medidas sanitarias, que podría dar lugar a un aumento de contagios”.
Además, justifica mantener el toque de queda por el posible peligro de que proliferen los “botellones” tras la hora del cierre de la hostelería, que también podría incentivar también reuniones en estas franjas horarias, “fundamentalmente de la población joven”.
En este sentido, el Ejecutivo subraya que existen datos objetivos que avalan estas conclusiones, como son las denuncias interpuestas a lo largo de los últimos meses por los distintos cuerpos y fuerzas de seguridad en relación a la celebración de fiestas contraviniendo las normas sanitarias, botellón o incumplimiento del toque de queda. ●