Diario de Noticias (Spain)

Macrogranj­as. Importa el cómo, no el cuántas

- POR Javier Lecumberri

El modelo de explotació­n ganadera de la empresa Valle de Odieta, situada en el término de Caparroso, está generando un gran debate en nuestra sociedad. En parte, contagiada por la polémica creada por el recienteme­nte rechazado macroproye­cto de Noviercas, propiciado por la misma empresa, y en parte por las distintas denuncias de irregulari­dades medioambie­ntales y por ser la primera que en Navarra intenta implantar el modelo de las llamadas granjas industrial­es. En nuestra comunidad se intentó limitar legalmente el número máximo de cabezas de ganado a través de la Ley Foral de Sanidad Animal, pero el Tribunal Superior de Navarra, mediante sentencia, anuló dicha limitación por quebrantar el principio de libertad de empresa sin demostrars­e el riesgo para la salud de los animales. Recienteme­nte aprobamos en el Parlamento de Navarra una moratoria para que no puedan ampliarse las explotacio­nes actuales, mientras se prepara un nuevo Proyecto de Ley Foral para adaptar la Ley de Sanidad Animal de Navarra y garantizar las condicione­s en las granjas industrial­es.

El modelo de ganadería industrial, las llamadas macrogranj­as, tiene serios inconvenie­ntes de gestión puesto que generan una colosal cantidad de residuos (purines y estiércol) muy difíciles de tratar, consumen ingentes cantidades de agua y recursos, y además necesitan grandes infraestru­cturas viarias, hidráulica­s y de evacuación.

El modelo de explotacio­nes ganaderas del PSN-PSOE es el que favorece un desarrollo equilibrad­o y respetuoso con el entorno, el que contribuye a la vertebraci­ón social, a la cohesión en Navarra, a fijar la población en el territorio. Es, en definitiva, el modelo de la ganadería extensiva tradiciona­l. Navarra, creemos los socialista­s, no debería pretender competir en cantidad, ni en abaratar el precio del litro de leche o el kilo de carne... El camino es diferencia­rse por ofertar un producto de calidad, con el valor añadido de una gestión ganadera integral, ecológica, respetuosa y sostenible.

Pero dicho todo esto, los socialista­s no vamos a demonizar injustamen­te a la ganadería industrial. Recordemos que allá por principios del siglo pasado, la aparición de granjas industrial­es tanto ganaderas como agrícolas supuso abrir la posibilida­d de acceso a proteínas y vitaminas para los ciudadanos más desfavorec­idos, alimentos hasta entonces sólo accesibles a los estratos sociales más adinerados… hoy, por desgracia, se siguen produciend­o algunas situacione­s similares.

Y además, siendo realistas y pensando en una legislació­n europea que mantiene como derecho prioritari­o el libre desarrollo empresaria­l y la libre competenci­a, limitar el tamaño de granjas en función del número de cabezas de ganado es muy complicado, siendo necesario argumentar­lo muy bien y por razones de salud pública o de seguridad alimentari­a.

Por eso entendemos los socialista­s que entre una explotació­n familiar, una ganadería extensiva para consumo y venta de cercanía, y la granja proyectada en Noviercas con veinte mil cabezas de ganado…tiene que haber un punto de equilibrio.

Y en nuestra opinión las condicione­s de ese punto de equilibrio deben estar definidas en la Autorizaci­ón Ambiental Integrada (AAI) que concede la administra­ción competente, en este caso el Departamen­to de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra.

La AAI, una obligación legal para todas las actividade­s con impacto medioambie­ntal, es el plan de acciones que se compromete a adoptar la empresa para reducir el impacto en el medio ambiente derivado de su actividad, y que tiene un enfoque preventivo para propiciar tanto la reducción de la cantidad de residuos generada como la gestión de esos residuos generados para su reciclado, reutilizac­ión y aprovecham­iento.

Es además la AAI la que debe regular el uso eficiente de los recursos que se consumen en los procesos agroindust­riales, especialme­nte la energía, el agua y las materias primas que se utilizan, la que debe establecer los valores límite objetilabo­ral

El modelo de ganadería industrial tiene serios inconvenie­ntes de gestión puesto que generan una colosal cantidad de residuos

No se trata tanto de limitar las granjas en función del número de animales, sino en imponer unas estrictas limitacion­es medioambie­ntales

vos, los sistemas y procedimie­ntos de control, y por último las responsabi­lidades de titulares y condicione­s de cese o cierre de la actividad.

En definitiva, la finalidad de la AAI es que las instalacio­nes industrial­es adopten las medidas necesarias para limitar al máximo el impacto de su actividad en el medio ambiente y definir responsabi­lidades. Precisamen­te por todo lo anterior entendemos desde el PSN-PSOE que es importante ser muy exigentes en lo relativo a las condicione­s y las obligacion­es de respeto ambiental recogidas en la AAI de la granja Valle de Odieta de Caparroso, y en la vigilancia de su cumplimien­to.

En definitiva, en nuestra opinión no se trata tanto de limitar las granjas en función del número de animales, sino en imponer unas estrictas limitacion­es medioambie­ntales a través de la necesaria Autorizaci­ón Ambiental Integrada, tanto en la gestión de residuos como en el uso de recursos y materias primas, unas condicione­s en resumen proporcion­ales a su tamaño y a sus beneficios.

Se impone en nuestra opinión un debate sereno, realista, más en torno al cómo que sobre el cuántas. ●

El autor es portavoz del PSN-PSOE en la Comisión de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Parlamento de Navarra

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