Reducir la velocidad de 50 a 30 rebaja un 80% el riesgo de mortalidad
Las experiencias en ‘Zonas 30’ en vías urbanas consiguen una disminución de los accidentes por encima del 40%
PAMPLONA – Las experiencias existentes en Zonas 30 en ciudades demuestran el efecto positivo sobre la siniestralidad, con reducciones de los accidentes que han llegado a superar el 40%. El delegado del Gobierno en Navarra, José Luis Arasti, señaló ayer que la reforma legal que limita a 30 kilómetros/hora la velocidad en calles de un único carril por sentido está alineada con organismos internacionales y persigue el objetivo de “recuperar las calles, las ciudades, para las personas, para la vida”. El pasado 11 de mayo entró en vigor el Real Decreto 970/2020, de 10 de noviembre. Una de las más destacadas es la reducción del límite de velocidad en vía urbana de 50 a 30 km/h para aquellas calles que cuentan con un solo carril por sentido de circulación.
El objetivo es reducir la siniestralidad vial, sobre todo la que afecta a los colectivos más vulnerables; garantizar la fluidez de los desplazamientos realizados en las grandes avenidas de la ciudad; y reducir el impacto negativo de la circulación de vehículos en la calidad del aire de las ciudades. Los cambios en el Reglamento de Circulación fueron aprobados el pasado 10 de noviembre, aunque se difirió su entrada en vigor seis meses para que los ayuntamientos adoptaran las medidas necesarias. Según estos cambios, el límite de velocidad en las vías con una única plataforma (calzada y acera) es de 20 kilómetros hora; para las vías con un único carril por sentido son de 30 km/h; y en las vías de dos o más carriles por sentido se podrá circular a un máximo de 50 km/h. No obstante, las autoridades municipales podrán rebajar estos límites previa señalización expresa. También aumentar el límite de 30 a 50 de forma excepcional. El delegado del Gobierno en Navarra recordó que el vehículo de motor convive cada vez más en las ciudades con motos, bicis, vehículos de movilidad personal y peatones, y son estos los colectivos más vulnerables en caso de accidente de tráfico. Arasti señaló que si la velocidad del vehículo que impacta es de 30 km/h, el riesgo de muerte es de un 10%; pero si la velocidad es a 50 km/h, ese riesgo de fallecimiento se eleva al 90%. Al pasar de 50 a 30 por hora, se reduce a la mitad la distancia que se necesita para detener el vehículo. En 2019 los fallecidos en accidentes en las ciudades aumentaron un 6% mientras que en las vías interurbanas se redujeron en la misma proporción. El 82% de los fallecidos en ciudades en 2019 fueron usuarios vulnerables, es decir, peatones, ciclistas y motoristas.
En el caso de Navarra, si bien es cierto que 2020 fue un año atípico marcado por el confinamiento, se registraron 381 accidentes con víctimas en vías urbanas que dejaron 2 muertos, 66 heridos graves y 371 heridos leves. En 2019 hubo 537 accidentes con víctimas, que se saldaron con 5 muertos, 74 heridos graves y 564 heridos leves. Cifras similares a las que se produjeron un año antes, en 2018, con 554 accidentes con víctimas y 5 muertos.
CALIDAD DE VIDA Todo ellos son datos en accidentes a las 24 horas y, como apuntó Arasti, “demuestran una tendencia estable en el número de siniestros en vías urbanas pero que no termina de bajar”. El delegado del Gobierno en Navarra explicó que, además de reducir la siniestralidad, la nueva limitación de velocidad también busca construir pueblos y ciudades más humanos, donde puedan convivir sin peligro vehículos a motor con peatones, bicis, motos y cualquier otro vehículo de movilidad personal. Por su parte, el presidente de la FNMC, Juan Carlos Castillo, manifestó que el calmado de la velocidad de los coches en las ciudades se enmarca en los esfuerzos que están llevando a cabo los ayuntamientos para lograr municipios sostenibles y que a partir de ahora las ciudades van a ser un mejor lugar para vivir. “Todos vamos a ganar en calidad de vida, en espacios tranquilos, en convivencia, en salud y en prevención de accidentes”.