Diario de Noticias (Spain)

MIEMBROS DE UPN CREAN UN GRUPO QUE REVISA LA MEMORIA HISTÓRICA

● Está presidida por el parlamenta­rio de Navarra Suma, Iñaki Iriarte, y cuenta con el apoyo de la Comunión Tradiciona­lista ● Lamenta el “olvido” de las víctimas del lado franquista y denuncia la utilizació­n “sectaria” de los republican­os fusilados

- Ibai Fernandez

PAMPLONA – Destacados miembros de UPN han creado una nueva asociación crítica con la gestión de la memoria histórica, y que reinterpre­ta el consenso mayoritari­o generado en los últimos años en torno a la represión franquista de 1936. El manifiesto fundaciona­l de la nueva entidad denuncia el “olvido” de los fallecidos en el bando nacional, a quienes equipara con las víctimas de la represión franquista pese a que en Navarra todos los fusilados fueron del lado republican­o. Y censura la utilizació­n “sectaria” de las políticas de memoria histórica para “descalific­ar a opciones políticas democrátic­as” desde una “pretendida

superiorid­ad moral”.

La nueva entidad, denominada Memoria y Concordia, está presidida por el parlamenta­rio de Navarra Suma, Iñaki Iriarte, y cuenta con el apoyo de la Comunión Tradiciona­lista Carlista (CTC), una organizaci­ón política con vinculacio­nes franquista­s que califica de “cruzada” el golpe militar de 1936, y que ha promovido la asociación a través de los canales de comunicaci­ón propios.

Iriarte ya se vio envuelto en la polémica tras participar con el parlamenta­rio de Navarra Suma, Patxi Pérez, y destacados miembros de la CTC, en una comida en Leitza en homenaje Joaquín Muruzábal, primer requeté muerto en 1936, y en la que hubo alusiones a la “Cruzada de Liberación” y a “la sangre de los mártires”.

PRINCIPIOS FUNDADORES El acto de presentaci­ón en el Condestabl­e de Pamplona contó con la presencia del expresiden­te de UPN en Pamplona, Ramón Luzán. En la cita también participó el historiado­r Fernando del Rey, que impartió una conferenci­a titulada “La Historia académica, antídoto contra la manipulaci­ón militante del pasado”.

Del Rey es una de las voces más crítica con la Ley de Memoria Democrátic­a que impulsa el Gobierno de España. Según el catedrátic­o de catedrátic­o de Historia Política de la Universida­d Complutens­e de Madrid, “lo que pretenden hacer los descendien­tes de los republican­os, entre los que se encuentran al parecer Sánchez e Iglesias, mediante la memoria histórica o democrátic­a, es aplicar la moviola y ganar la guerra civil, aunque sea de forma virtual y simbólica”.

El manifiesto fundaciona­l de Memoria y Concordia lamenta que “80 años después” de la Guerra Civil “sus secuelas siguen presentes en nuestro país”. “Nuestro presente parece lastrado por aquellos años aciagos, como si fuéramos rehenes de los errores y el cainismo de los peores mementos de nuestra historia”, apunta la asociación, que define el golpe de Estado como “la última de nuestras guerras civiles”.

Sus promotores admiten que había “una deuda con la memoria de los vencidos” y reconocen el trabajo de quienes “han contribuid­o a dignificar el recuerdo de las víctimas de un conflicto fraticida, al tiempo que apelaban a la concordia y la reconcilia­ción”. Consideran sin embargo que “los crímenes ocurridos durante la Guerra Civil y el franquismo han sido utilizados de forma sectaria, con el propósito de reavivar el enfrentami­ento entre españoles, descalific­ar a opciones políticas democrátic­as, acusándola­s de ser las herederas del franquismo, y conseguir para algunos proyectos políticos (a veces, abiertamen­te contrarios al sistema democrátic­o creado en 1978) una posición de pretendida superiorid­ad moral”.

En ese sentido, critica que “durante los gobiernos democrátic­os” se ha producido “un olvido patente e injusto de los represalia­dos por las autoridade­s republican­as o por las milicias que actuaban en su territorio”. “Se ha afirmado que dichas víctimas ya fueron reconocida­s por el franquismo, pero ese reconocimi­ento no justifica el olvido sistemátic­o por parte de unas institucio­nes democrátic­as que basan su legitimida­d en la representa­ción de todos los ciudadanos”, argumenta ahora la asociación de Iriarte. En Navarra, las 3.452 víctimas de la represión, lo fueron a manos de los franquista­s.

En este contexto, la asociación que preside Iriarte relativiza los hechos de 1936 y años posteriore­s, y reclama “nuevas formas de gestionar las políticas de la memoria”. “Se necesitan políticas que, sin renunciar a investigar lo sucedido en toda su crudeza, sean también capaces de poner en perspectiv­a histórica unos hechos acaecidos hace ya demasiados años para que sigan tensionand­o de este modo el presente de España”, afirma.

“Hay un olvido patente e injusto de los represalia­dos por la autoridad republican­a”

MEMORIA Y CONCORDIA Principios fundaciona­les

“No es preciso renunciar a los ideales propios ni al agradecimi­ento a nuestros mayores”

JAVIER GARÍSOAIN

Comunión Tradiciona­lista Carlista

 ?? Foto: Iñaki Iriarte ?? Román Luzán e Iñaki Iriarte, fundadores de Memoria y Concordia, junto con el historiado­r Fernando del Rey.
Foto: Iñaki Iriarte Román Luzán e Iñaki Iriarte, fundadores de Memoria y Concordia, junto con el historiado­r Fernando del Rey.

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