“Estoy seguro de que saldremos de esta, pero tenemos que arrimar el hombro todos”
Este espacio semanal reúne a personas con mucho que decir en distintos ámbitos de la actualidad. Nuestra edición de papel presenta cada domingo un extracto de la completa entrevista en formato de vídeo realizada por Javier Vizcaíno que se puede disfrutar íntegramente en nuestra página web (www.noticiasdenavarra.com) y también utilizando este código QR a través del móvil o tablet.
Media hora en confianza con Pedro Luis Uriarte es un suspiro y, al mismo tiempo, cunde como si fuera una jornada entera. A sus 78 años, el padre del actual Concierto Económico vasco está en plena forma, y eso se aprecia en la fluidez y en la lucidez de sus reflexiones en la charla que mantuvimos de pantalla a pantalla.
Se reconoce un privilegiado porque se ha bandeado en la pandemia sin grandes sustos. La vacuna le ha dado tranquilidad, después de haber afrontado este tiempo “con resistencia, con obediencia a las normas, con gratitud a los colectivos profesionales que han estado en primera línea y con confianza, porque esto pasará”.
Pese a la severidad de las normas, Uriarte cree que ha merecido la pena cumplirlas. “Hemos perdido la libertad de movernos, hemos perdido algo tan valioso como la normalidad, pero hemos evitado la muerte de 3.000 personas. Entonces, ¿el precio personal que hemos pagado ha merecido la pena? Yo digo rotundamente sí”, afirma categóricamente. La lástima, dice, es que no todo el mundo ha estado a la altura. “Aquí la sociedad se ha dividido en dos categorías, los que hemos cumplido y los que han incumplido sistemáticamente”, sentencia.
Tampoco le ha gustado la desorientación y la confusión de las autoridades sanitarias de varios ámbitos para hacer frente al “mayor problema de salud que hemos tenido en un siglo”.
Con todo, Uriarte cree que hay que mirar al futuro con optimismo. Habrá salida, sostiene. Y en el caso de la CAV y Nafarroa, el Concierto y el Convenio serán herramientas fundamentales. Eso sí, antes hay que cambiar el chip: “Tenemos que repensar el país, porque estamos aplicando recetas del pasado todavía como sociedad a un mundo que ha cambiado decisivamente”.
Si damos ese paso, el futuro se presenta brillante: “Mira, yo tengo una edad ya muy avanzada, 78 años, me da pena morirme, no por morirme; me da pena porque es tan interesante lo que está por llegar que no lo voy a ver. Lo van a ver mis hijos, lo van a ver mis nietos, dichosos ellos”. ●
“Hemos salvado 3.000 vidas en Euskal Herria gracias a las privaciones. Ha merecido la pena”
“Por desgracia, nuestra sociedad se ha dividido entre cumplidores e incumplidores”
“Muchos gobiernos occidentales han mostrado una desorientación total”
“La utilización política de un problema de salud tiene consecuencias catastróficas”
“La toma de medidas drásticas no afecta a la economía. Hace falta contundencia”
“Nos hemos insensibilizado ante las cifras. Nos parece que 100 muertos son pocos”
“El Concierto y el Convenio nos ayudarán, pero con una respuesta social solidaria”
“El bienestar ha hecho que nos acomodemos como sociedad, es la hora de despertar”
“Tenemos que repensar el país. El mundo ha cambiado y no valen las recetas del pasado”
“Dichosos mis hijos y mis nietos, que van a ver la maravillosa era que está por llegar”