EL JURADO CULPA AL PADRE Y A UN HIJO DEL TRIPLE CRIMEN DE CÁSEDA
● El otro de los hijos juzgados ha quedado absuelto en un veredicto resuelto en menos de 24 horas
El jurado popular declaró culpables de asesinato a dos de los acusados en el triple crimen de Cáseda, Juan Carlos padre y Emilio J.J., hijo pequeño, mientras que el otro hijo ha sido declarado no culpable.
PAMPLONA – En menos de 24 horas hubo veredicto. Y, a pesar de que en el mismo se observan dos contradicciones relevantes de cara a futuros recursos, el veredicto no fue devuelto por el magistrado al jurado y, por tanto, se le dio validez a la espera ahora de que el juez Cobo redacte la sentencia. El jurado popular que formaban seis mujeres y tres hombres para dirimir la responsabilidad de los tres acusados del triple crimen de Cáseda alcanzó las respuestas en un tiempo récord. Dicen, los que saben, que cuando eso ocurre es porque los jurados lo tienen tan claro que el resultado es condenatorio. Aquí, se quedaron a medias. Juan Carlos Jiménez padre y Emilio Jiménez, que solo tenía 18 años y 3 días cuando ocurrió todo, fueron considerados culpables de un triple asesinato. El jurado considera que el padre, culpable por unanimidad y al que no contemplan ninguna atenuante (ni legítima defensa, ni confesión, ni arrebató), es el único autor de los disparos pero que su hijo pequeño, culpable por siete votos, “cooperó de forma relevante”, atendiendo al requerimiento de aquel de que sacara la escopeta cargada del coche y permitiendo que este la cogiera de sus manos para momentos después disparar. Ambos se enfrentan ahora a la primera pena de prisión permanente revisable que se puede dictar en Navarra.
El jurado, que basa la mayor parte de su decisión en las declaraciones de Julián, el familiar de las víctimas, al que creen en la mayor parte de su versión, no da por probado ni que Emilio viajara en la parte trasera del coche, ni que aguardara allí a la señal de su padre, ni que abriera la puerta del vehículo con la escopeta en mano después de que el padre dijera “saca, saca”. Según el jurado, nadie les puede acreditar que Emilio fuera dentro del vehículo y se quedara en el mismo a esperar con la escopeta el recorrido de los acontecimientos. Sin embargo, sí entienden probada la responsabilidad de Emilio en cederle el arma y no creen su versión. Dicen que lo que el propio Emilio declaró, que “si hubiera visto la escopeta en el coche, nunca hubiera emprendido el viaje a Cáseda” es incompatible con lo que manifestó su hermano de que “siempre dejaba la escopeta en el coche cargada tras ir a cazar” y añaden que Emilio sacó el arma de forma instantánea después de que su padre dijera “saca, saca”, por lo que “entendemos que conocía qué tenía que sacar del vehículo y para qué”.
Pero es que además, el jurado considera no culpable de los hechos al hijo mayor, Juan Carlos, absuelto y ya puesto en libertad. El magistrado les preguntó en la sala al jurado cómo justificaban haber absuelto a este hijo y, al mismo tiempo, declarar proba
“Entendemos que el hijo Emilio conocía qué tenía que sacar (escopeta) y para qué, una vez que el padre dijo saca, saca” JURADO CRIMEN CÁSEDA
do el hecho 8º del objeto del veredicto, en el que se dice que los tres encausados conocían que llevaban escopetas con munición en el coche y que las llevaban con el objetivo de usarlas para el caso de que fuera necesario en el enfrentamiento con la otra familia.
Es decir, eran conscientes de portar armas y, por tanto, se hacen responsables del uso de las mismas, lo que en términos jurídicos se conoce como “dolo eventual” (asumen como posible que pueden causar daño y no renuncian a ello). Pero el jurado entiende pese a lo declarado antes que “no se ha podido determinar o probar en qué modo participó Juan Carlos hijo en los preparativos para que la escopeta estuviera cargada”.
Además, hay que añadir que el magistrado no incluyó en el objeto del veredicto si este procesado le había dicho a su padre “dispara, dispara” cuando tenía el arma en la mano, incitándole a hacerlo. El magistrado no consideró relevante la cuestión ya que solo lo testificó Julián, el testigo al que los jurados creen. ●