Un recorrido desde 1960 con más de mil testimonios de víctimas del terrorismo
El Memorial abre hoy las puertas de sus 800 metros cuadrados de exposición
GASTEIZ – El Centro Memorial, ubicado en el edificio del antiguo Banco de España de Gasteiz, ofrece desde hoy al visitante 800 metros cuadrados de exposición –700 de ellos dedicados a la muestra permanente– divididos en dos plantas y siete salas con paneles informativos, proyecciones audiovisuales, audios y pantallas interactivas, más de 200 objetos expuestos y más de mil testimonios accesibles.
Este Centro Memorial se concibe como un “memorial de memoriales”, que reúne a todas las víctimas del terrorismo que están reconocidas como tal por ley , “bajo los principios de verdad, memoria, dignidad y justicia” y con ese “hilo vertebrador” de las víctimas durante el recorrido.
Para abordar el proyecto de musealización, explica el responsable del área de Educación y Exposición del Memorial, Raúl López Romo, se han tenido en cuenta múltiples experiencias como la Topografía del Terror en Berlín, diversos centros sobre el Holocausto en Francia, Bélgica, Holanda y Alemania, el Memorial del 11-S en Nueva York, el Museo de la Paz de Gernika o incluso, como un contraejemplo, los murales de Irlanda del Norte, “hechos por y para una comunidad determinada”.
LA PALABRA DE LAS VÍCTIMAS El recorrido comienza con un homenaje a Ana María Vidal Abarca, viuda del jefe de Miñones Jesús Velasco, asesinado por ETA en 1980, y fundadora junto a Sonsoles Álvarez de Toledo e Isabel O’shea de lo que sería el germen de la Asociación de Víctimas del Terrorismo.
Este espacio da paso a una proyección “inmersiva” con una docena de testimonios de víctimas de terrorismo, desde ETA a los GAL, los GRAPO, grupos de extrema derecha, la AAA o el terrorismo yihadista. La visita sigue ya en la primera planta con un recorrido histórico, itinerario cronológico a través de unos paneles que se inicia en 1960 con el asesinato de la niña Begoña Urroz a manos del DRIL.
La segunda planta arranca con una sala dedicada al discurso y prácticas del odio, que recorren la historia de las distintas organizaciones terroristas a través de paneles, objetos diversos y otro tipo de instalaciones, como los audios que recogen llamadas reales de aviso de atentados de ETA, por ejemplo. A través de un pasillo que hace homenaje a los fotoperiodistas que han retratado el terrorismo, se llega al espacio dedicado a la respuesta al terror, desde el ámbito policial, judicial, político o social.
Hay una sala dedicada a dar voz a las víctimas. Seis pantallas que proyectan grabaciones y cuatro puestos de búsqueda permiten acceder al fondo de 1.098 testimonios de víctimas de que dispone el Centro.
La planta baja da acceso a una reproducción del zulo en el que ETA mantuvo 532 secuestrado al funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara, un espacio de menos de dos metros de alto y de ancho por tres de largo.