Objeción fiscal
Como muchos otros años, este año envío la correspondiente carta a Hacienda Foral. Que dice así. “Me declaro objetor de conciencia a los gastos destinados a las guerras y la industria armamentística a cargo del Ministerio de Defensa y otros departamentos. En concreto, quiero referirme a la bomba GBU-10 PAVEWAY que España vendió a Arabia Saudí y que fueron enviadas en el barco Bahri Jazan desde Santander, siendo ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación el señor Josep Borrell, quien declaraba que se trataba de un “armamento de precisión”, guiado por láser, que “no produce efectos colaterales en el sentido de que da en el blanco que se quiere con una precisión extraordinaria”. El 9 de agosto de 2018 una coalición liderada por Arabia Saudita, utilizando estas bombas, mató a 40 niños en la ciudad yemení de Saada. El señor Borrell, un individuo que cobra 26.285 € al mes gracias a este tipo de transacciones criminales contra la humanidad, es responsable directo de estos asesinatos, junto a otros responsables. Este tipo de crímenes y todos aquellos relacionados con las guerras fabricadas por la OTAN y sus estados, incluido el español, me producen un profundo sentimiento de repugnancia. Repugnante e indecente es que habiendo las necesidades en salud que hay, el Estado español se gaste este año 21.623 millones de euros en la guerra. Que como modo de protesta he desviado 1 € en concepto de objeción fiscal para una campaña pacifista cuyo comprobante adjunto y he deducido en mi declaración de la renta este concepto; hasta que me informen de qué cantidad exacta desvía cada navarro o navarra al Ministerio de Defensa y otras partidas bélicas.
Por todo ello, solicita: No pagar la cuota correspondiente al ejército, al Ministerio de Defensa ni cuantas partidas están destinadas a investigación militar, a logística militar, a la industria armamentística ni al apoyo a este tipo de transacciones criminales. Se ponga en