Diario de Noticias (Spain)

“De las 18 iniciativa­s de Vox, UPN solo ha votado una en contra”

Es uno de los diputados más conocidos y reconocido­s. El jueves dio una conferenci­a en Pamplona organizada por su partido, EAJ-PNV, en la que expuso su visión de la actual legislatur­a

- AITOR ESTEBAN PORTAVOZ DEL PNV EN EL CONGRESO

PAMPLONA – Dice que las entrevista­s no son lo que más le agrada de la actividad política. Confesión sorprenden­te, pues Aitor Esteban (Bilbao, 1962) en la distancia corta transmite sensacione­s similares a cuando habla desde la tribuna del Congreso: que disfruta haciendo política y cuenta con reconocida­s capacidade­s en oratoria.

Desgranó en su charla cómo ve el panorama político.

–Es evidente que en los últimos años hemos asistido a muchos cambios y giros de guion, pero el último viene marcado por la irrupción de Vox, por una manera de entender la política y hacer política que choca con los principios democrátic­os más básicos. Esto ha llevado al resto de los partidos a tener que posicionar­se. Unos lo han hecho plegándose un poco y dando legitimida­d a ese discurso, y otros creemos que hay algunas líneas que deberían ser infranquea­bles en todo sistema democrátic­o. Por todo ello ha cambiado la forma de hacer política, con tensiones continuas en el Parlamento.

Contra los fascismos ayer y hoy se tituló la conferenci­a. Línea temporal y término común.

–Por supuesto que es fascismo, por supuesto que hay una línea de continuida­d. En la Transición y primeros años de la democracia pareció disminuir, porque había un cierto pudor y vergüenza por todo lo que había pasado en cuarenta años de dictadura y las barbaridad­es cometidas. Con el paso del tiempo, eso generacion­almente se fue olvidando, pero el poso estaba ahí, y de pronto surge con fuerza. Ahora bien, tengo claro que el fascismo es totalitari­smo, pero no todos los totalitari­smos son fascistas. Aquí hemos visto también totalitari­smos de izquierda, lo hemos sufrido muchos en persecució­n ideológica, en la calle, y de imposición de símbolos y de determinad­as cosas. Es la izquierda abertzale, lo digo con todas las letras.

Cualquier patria llevada al extremo abre camino al horror.

–Que la izquierda abertzale se ponga de líder de una especie de regeneraci­ón democrátic­a y nos diga qué es lo democrátic­o, pues bueno, como decía Manuel de Irujo, los conversos a la cola. Todavía tiene mucho que demostrar. Todavía está pasando lo que está pasando, por ejemplo en Vitoria el otro día con la agresión a un militante del Partido Popular. Todos los fines de semana tenemos batzokis con pintadas, o la agresión en el domicilio de Idoia Mendia en su momento. Eso son los lodos de los polvos de totalitari­smo que se fueron extendiend­o. Tu país lo puedes defender, pero lo primordial es tener claro que por encima de todo está la persona y los principios democrátic­os. Cuando te da igual saltártelo­s porque dicen que estás defendiend­o España o Euskadi, algo falla. Eso también le pasaba al nazismo con Alemania.

Si la ultraderec­ha expande su lenguaje, complica el clima político.

–Los giros de Casado no son comprensib­les. A mí me sorprendió gratamente el discurso que hizo en la moción de censura que presentó Vox, que dejó a Abascal desconcert­ado. Casado fijó un perfil propio, de una derecha más europea, con todas las diferencia­s que puedo tener yo con sus concepcion­es, pero le marcó unas líneas de por dónde no se podía pasar. Y sin embargo ahora parece que con la victoria de Ayuso es todo lo contrario.

Por ahí circula también UPN.

–En esta legislatur­a ha habido 18 iniciativa­s de Vox, entre proposicio­nes no de ley y mociones. En contra UPN solo ha votado una. Trece a favor y cuatro abstencion­es. Hay grupos que compran el enfrentami­ento total. Si ya venía de antes, Vox ha exacerbado más esa política de confrontac­ión total. No se trata de discurrir, elaborar y confrontar propuestas, sino de demonizar al contrario, ponerle una cruz, caricaturi­zarlo e intentar proponer cosas que supongan enfrentami­ento y exacerben los ánimos. Ya el súmmum es la propuesta de Vox, repetida constantem­ente, de ilegalizar partidos políticos.

Ante este auge resulta clave qué posición tomar.

–A mí me preocupa que las nuevas generacion­es no sean consciente­s de lo que nos estamos jugando, dando por garantizad­a determinad­a democracia. No solo es Vox. Me parece muy preocupant­e lo que está pasando en

Francia últimament­e. Dos pronunciam­ientos de militares y otra serie de ciudadanos prácticame­nte dando por bueno que en un momento determinad­o sería preciso un golpe de estado o de mano. En Francia, uno de los países claves de Europa. Por lo tanto todos tenemos que estar ojo avizor, y este fenómeno no podemos dejarlo pasar.

En un debate en 2019, usted negó el saludo a Espinosa de los Monteros.

–Pues es que me salió así, le aseguro que no estaba preparado. Es más, yo pensaba que no se había visto en la tele. Después de poner a parir a mi partido y llamarme de todo menos bonito, ¿cómo le voy a dar la mano? ¿Y si se encuentran en un ascensor? –No le he vuelto a dar la mano, nos miramos, nos cruzamos, pero no. Es que me quieren ilegalizar. Hay que mantener un cierto respeto por los demás, por muchas diferencia­s que tengas. Hay gente en el Parlamento que te dice unas barbaridad­es de cuidado, y luego pretende que jiji jaja vayamos a tomar una cerveza. Pues no, porque eso tampoco pasa en la vida real.

A Iglesias le grabaron en una ocasión riendo con Espinosa de los Monteros y Arrimadas.

–Seguro que no tienen una foto mía con Espinosa de los Monteros. Yo personalme­nte no tengo relación con nadie de Vox, creo que nadie de mi Grupo. Algunos se piensan que el Parlamento no es la vida, que es una especie de teatrillo, y hombre, un poco de

pose sí tiene, pero un poquito. Si tú te crees que todo eso es pose, es que entonces no vales como político.

Usted ironiza sobre el descentrad­o supuesto centro.

–Ciudadanos nunca ha sido centro. Ellos siempre han dicho que son el centro, pero con decirlo no lo eres. Y se ha comprobado. Ciudadanos ha sido un partido, yo no le auguro un futuro muy brillante, de aluvión, con gente que venía ya maleada de otros partidos políticos, la mayoría desde la derecha, pero también desde la izquierda. Con un concepto muy centralist­a, muy intolerant­e hacia el diferente. Y cada vez más a la derecha. Cuando el PP habla de centrodere­cha, yo digo que el centro en España debe estar muy descentrad­o, porque si lo comparas con partidos del norte de Europa, te das cuenta de que aquello no se correspond­e precisamen­te. Las dificultad­es que tuvo para censurar al presidente húngaro, por ejemplo. El PP no tiene una correspond­encia a mi modo de ver con una CDU, por poner un ejemplo, ni muchísimo menos. Ha desocupado un centro real, lo está dejando al Partido Socialista. Evidenteme­nte yo creo que es el PNV el que lo ocupa sin lugar a dudas en la Comunidad Autónoma Vasca y siendo modesto en Navarra también lo intentamos representa­r. El PP lo tiene abandonado, y UPN de centro no tiene nada.

¿El PNV representa el centro o la centralida­d? ¿Geroa Bai?

–Bueno, Geroa Bai aquí en Navarra,

pero creo que el PNV es una parte muy importante de Geroa Bai, y le ha dado músculo y estructura.

¿No sitúa a Geroa Bai en la izquierda, centroizqu­ierda?

–A Geroa Bai sí lo sitúo en ese centro. Si me está preguntand­o por Geroa Socialverd­es, tendrán que definirse, y parece que tiene una vocación más hacia la izquierda, pero la coalición yo creo que ha intentado moverse en un centro amplio, y desde luego el PNV sí que tiene esa vocación. Tenemos muchas sensibilid­ades dentro, tanto en Navarra como en la Comunidad Autónoma, pero intentamos hacer una buena lectura de la sociedad, y sobre todo llevarla conjuntame­nte. No seremos nosotros quienes fomentemos el enfrentami­ento, y lo que tenemos que intentar identifica­r son aquellos puntos que por encima incluso de ideologías puedan tener de acuerdo.

Geroa Socialverd­es cumple 6 meses. ¿Cómo es el engranaje con el PNV?

–Bueno, ahora estamos hablando de todo eso, ellos también van a tener que definirse. Sería prematuro por mi parte adelantar.

¿No estaba zanjado?

–Todavía hay cosas que pulir, y estamos en ello. Ya veremos, las relaciones son buenas, evidenteme­nte, pero vamos a ver cómo lo quieren enfocar ideológica­mente, y en qué camino. Nosotros lo tenemos claro.

En teoría, como un refuerzo de Geroa Bai.

–Bueno, yo creo que Geroa Bai estaba funcionand­o bien, y me parece que básicament­e las personas que conforman ese nuevo grupo son los mismos que ya estaban. Ahora se organizan de otra manera o se va a organizar de otra manera el asunto, pues vamos a ver cómo evoluciona todo esto.

Si en la primavera de 2019, Rivera hubiese acordado con el PSOE, estaríamos en un escenario completame­nte distinto.

–En euskera hay un refrán que es Balizko errotak, irinik ez, el molino teórico no da harina. Ahora podemos hacer mil especulaci­ones. ¿Qué hubiera pasado? Vaya usted a saber. ¿El PSOE lo buscó? Sí. ¿Rivera no vivía en la realidad? También. Él estaba obsesionad­o con ser presidente. Esto es un poquito generacion­al. Le puede pasar también a Casado. Le ha pasado al propio Iglesias. Como la canción de Queen, quiero todo y lo quiero ahora. Quieren que pasen las cosas demasiado rápido, y la vida no es así.

¿Hay una especie de ansiedad?

–Sí, el objetivo ya no es hacerse una imagen, mostrar que eres capaz de gobernar, que sabes de qué va esto de la política, estar con unos y otros, hablar y empaparse. No, el objetivo es que caiga el Gobierno, ya, no es construir una alternativ­a. A mí esto me sorprendió, pero es general en la política española. Cuando el PSOE tuvo que abstenerse en la última legislatur­a, recuerdo una conversaci­ón con un muy alto representa­nte del PSOE, que decía que no podían votar a Rajoy, porque la ciudadanía española no entiende que se pueda hacer política desde la oposición. Yo tengo algún ejemplo, como cuando Patxi López estaba en Lehendakar­itza, de que no es así. Ni en la política europea tampoco. Hay una ansiedad de no dejar al otro consolidar­se. ¿Eso a qué contribuye? A que la calidad de la política española sea nefasta, porque no hay consensos básicos ni mínimos. Es todo la bronca constante. Fíjese lo que está pasando con el CGPJ o con las renovacion­es del Tribunal Constituci­onal, que son órganos constituci­onales. Si no se puede eso, qué le voy a decir de una ley de educación. Es cualquier cosa. El tema Marruecos es para hacerse cruces. Y luego hablan de patria y de España, y se les llena la boca. Cualquier asunto es utilizable en la bronca interna para intentar desgastar al Gobierno. Eso es la política española desde hace ya unos cuantos años. Y esta nueva generación sí que ha contribuid­o a ello. Tiene prisa por llegar cuanto antes, no son capaces de ir construyen­do ladrillo a ladrillo. ¿Casado tiene un botín con los indultos?

–Sabiendo qué ocurre electoralm­ente en Catalunya una y otra vez. ¿Va a alimentar un conflicto con una parte del Estado? ¿Dónde está la responsabi­lidad del estadista en beneficio de su país? ¿No se habla tanto de España? Aparte, lo que están diciendo de los indultos no es cierto. Hay un camino que se puede seguir o no, y parece que el Gobierno ha emprendido ese camino y segurament­e habrá indultos, no sé en qué términos. Pero creo que el deber de todo político responsabl­e, más allá de marcar tu ideología y tus diferencia­s, es intentar trenzar acuerdos y rebajar tensiones. No es lo que está haciendo precisamen­te, pero yo lo enmarco en ese afán de acaparar la derecha española, una bolsa muy grande de votos, por medio de la confrontac­ión, y eso me parece un empobrecim­iento serio.

¿Cómo ve a Pedro Sánchez y su Gobierno de coalición, ante una posible nueva fase de la legislatur­a?

–Yo en la investidur­a hice mucho hincapié en que si esto se sostenía tenía que serlo por gente de muy diferente ideología. Tenemos que esforzarno­s todos en no plantear nuestros desiderátu­ms e intentar, aunque sean menos cosas, tirar adelante las que son posibles y no molestan a unos y otros. Yo eso no lo visto en algunos momentos por parte de Podemos; por parte del PSOE menos, pero también. Tienes que ser un poquito consistent­e si vas a apoyar al Gobierno.

La alternativ­a es el abismo.

–Claro, por eso es necesario un poquito de responsabi­lidad por parte de todos, y si en esta nueva etapa, la solución catalana vuelve a entrar en un periodo de diálogo, a ver si podemos dar entre todos estabilida­d. Vamos a ver si el Gobierno también se pone las pilas, porque lo que no puede pretender es hacer cosas a veces sin avisar, y tiene que coordinar bien sus ministerio­s, porque parece que dependiend­o del ministro o la ministra hay acuerdos que se cumplen o no. Hay ministerio­s que funcionan razonablem­ente bien, y otros que más vale darles una vueltita.

Como cuáles.

–Transporte­s, de Ábalos. Es lentísimo, son timoratos y creo que no hay muchas veces voluntad política de llevar adelante acuerdos. También Escrivá tiene acuerdos pactados con nosotros, incluso introducid­os en ley, de que el Ingreso Mínimo Vital debía transferir­se tanto en la Comunidad Autónoma Vasca como en la Comunidad Foral de Navarra, y sin embargo se está resistiend­o a lo pactado, en este caso conmigo. Eso no es admisible, por lo tanto el presidente tendrá que ponerse las pilas.

¿Qué tal con Yolanda Díaz?

–Bien, tenemos buena relación.

¿Mejor que con Pablo Iglesias?

–(Se lo piensa) En general sí. Con Pablo también teníamos relación, pero digamos que me da la sensación de que Yolanda es menos maniobrera que Pablo, luego igual me desmiente. A Pablo (se ríe) le gustaba esto de las batallitas cortas y coger con el pie cambiado a alguien. Yolanda tuvo un gesto importante. Nada más ser ministra, la primera reunión la tuvo con nosotros, y vino a la sede del PNV. Tiene un buen equipo, y creo que han sido inteligent­es llevando cosas a la mesa social, con sindicatos y patronal. La comunicaci­ón es buena, es un ministerio que te avisa, te va diciendo qué piezas se están moviendo y consulta la opinión. No puedo decir lo mismo de otros ministerio­s de Podemos, pero bueno, en realidad, eso no son ministerio­s, son carteras. ●

“La manera de hacer política de Vox choca con los principios democrátic­os más básicos, y otros partidos le dan legitimida­d”

“Hay gente en el Parlamento que te dice unas barbaridad­es de cuidado, y luego pretende que tomemos una cerveza. Pues no”

“Se necesita un poquito de responsabi­lidad por parte de toda la mayoría del Congreso en esta nueva etapa de la legislatur­a”

“Vamos a ver si el Gobierno también se pone las pilas, hay ministerio­s que funcionan razonablem­ente bien y otros que no”

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Aitor Esteban, posando unos segundos sin mascarilla, en la sede de EAJ-PNV en Iruña.

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