KNORR BREMSE AMPLÍA LA PLANTA DE IRUÑA
LA FIRMA ALEMANA PLANEA CREAR 142 EMPLEOS
PAMPLONA – Una joya de raíces antiguas, pero quizá poco conocida del cinturón industrial de Pamplona. Eso es Knorr Bremse Pamplona SL, filial ahora de una multinacional alemana con más de 110 años de historia dedicada al desarollo y la producción de material de fricción para el sector ferroviario, que tiene previsto invertir 50 millones de euros y crear 142 puestos de trabajo. Estos empleos se sumarán a los 213 con los que ya cuenta la firma en la actualidad.
Mikel Irujo, consejero de Desarrollo Económico, visitó la compañía y destacó “el potencial de esta empresa y su papel motor en la industria navarra en cuestiones decisivas como el crecimiento, la innovación o la internacionalización, ejes del desarrollo empresarial, tal como lo destaca la Estrategia de Especialización inteligente S3”. El Gobierno de Navarra declaró, en su sesión del pasado 26 de mayo, inversión de interés foral el proyecto de futuro de la empresa, que prevé ampliar y mejorar sus instalaciones.
La empresa, conocida antes como Icer Rail, se fundó en 2010 como una sociedad conjunta entre el grupo navarro Berkelium (Icer Brakes, fundada por Víctor Ruiz y donde Juan Miguel Sucunza, hoy presidente de la CEN, era consejero delegado) y Knorr-bremse, para desarrollar y producir pastillas de freno y zapatas de freno orgánicas para vehículos ferroviarios. Icer Rail se convirtió en uno de los principales fabricantes mundiales de materiales de fricción para vehículos ferroviarios y en 2016 Knorr-bremse adquirió Icer Rail, SL en su totalidad.
“En la última década, la empresa ha conocido un fuerte crecimiento a pesar de la situación que estamos viviendo, las previsiones de la empresa auguran continuar con un crecimiento exponencial”, añadió el consejero, quien destacó que “el esfuerzo inversor que la empresa plantea permite centralizar en Navarra todo el conocimiento referente a la investigación, desarrollo y fabricación de materiales de fricción para el sector ferrocarril”. “Estoy convencido de que implicará un gran efecto tractor para Navarra”, expuso.
La compañía es una de las tres fábricas que el grupo Knorr-bremse tiene para la producción de material de fricción, junto a las de Manchester y de West Chicago en USA. En concreto, la sede navarra se dedica al desarrollo y producción de guarniciones y zapatas de freno orgánicos, así como al desarrollo y la producción de elementos sinterizados de fricción. Estos productos se aplican en la red ferroviaria de líneas de Renfe, Euskotren, Feve, o las líneas de metro de Madrid, Sevilla o Bilbao, pero en su mayoría se suministran a clientes a nivel mundial.
Los números de la empresa, además, no dejan lugar a dudas acerca de su evolución en los últimos años. Con incrementos continuos en su actividad, la empresa ha pasado de facturar 13,5 millones de euros en 2015 a superar los 47,1 millones de euros en 2019, último ejercicio típico del que existen datos públicos. Con una deuda además bastante reducida, Knorr Bremse Pamplona es, además, una planta muy rentable, que acumula unos beneficios de algo más de 28 millones de euros en los últimos cinco ejercicios. 16 de ellos entre 2018 y 2019. ●