Los ataques de buitres a animales es algo “puntual”
Se trata de aves carroñeras oportunistas que aprovechan cualquier posibilidad
ESTELLA-LIZARRA – La presión de los buitres a la granja de Xabi Ilzarbe y Edurne Marticorena en Garísoain fue el centro de la atención de la sesión del Parlamento en el que comparecieron los responsables del departamento de Desarrollo Rural y el Guarderío de Estella. Se trata de una explotación intensiva que cuenta con 14.000 ejemplares y que parte de su producción se encuentra ubicada en el monte de la localidad. Un enclave en el que en los últimos años se han registrado siete agresiones que han supuesto la muerte de alrededor de 1.500 animales (dos ataques en 2019, tres en 2020 y otros dos en 2021 –uno en abril con 600 ejemplares muertos– y el último en mayo).
La comparecencia fue solicitada por el parlamentario Miguel Bujanda de Navarra Suma, en cuya convocatoria preguntaba sobre qué soluciones se podrían adoptar tras “los repetidos e insostenibles ataques de buitres al ganado vivo”. Una cuestión que fue contestada por el director general de Medio Ambiente, Pablo
Muñoz, quien explicó que la presencia del buitre leonado en el sur de Europa y, en concreto en Navarra, responde tanto a la presencia de “ganaderías extensivas como a la abundancia de montañas”. También matizó que hay recursos suficientes y que no hay que perder de vista que existen otras diez explotaciones de patos “como esta en las que no hay problemas con los buitres. Se trata de una explotación especial por su ubicación en ladera y un punto de paso de varias colonias de la zona”. Para Muñoz el buitre no es un cazador es un ave “oportunista y puede aprovechar momentos de debilidad” de otros animales. En este sentido, defendió mantener, “un equilibrio entre la protección de las especies y la atención a los intereses de los afectados”
Por su parte, también intervino el director del servicio de Biodiversidad, Enrique Eraso, quien explicó que se han efectuado las correspondientes indemnizaciones que requieren valoración y comprobación de los daños causados directamente por el ataque, para lo que el protocolo necesita de una presencia rápida del ganadero en el lugar del incidente. Con todo, las cuantías de las indemnizaciones para toda Navarra apenas superaron los 12.000 euros en 2017 –la más elevada de los cinco últimas–. “Lo que no se puede hacer para parar los daños es matar los buitres”, y aunque algo así fuera posible “no queda claro que con una menor cantidad de buitres no sucedería lo mismo”.
También compareció el responsable de la Unidad de Coordinación del Guarderío en Estella, Unai Gardoki, quien aseguró que están en contacto permanente con los ganaderos de Garísoain e incluso se les ha autorizado de manera especial el uso de salvas sin munición para ahuyentar a los buitres.
También están colaborando con el adiestramiento de un mastín que proteja los patos en el monte cuando no estén los propietarios. “La situación que ha vivido esta familia durante los tres últimos años ha sido muy dura” aseguró Gardoki, y añadió que “ya estamos enfilando la solución para evitar el aprovechamiento en vivo de los patos (ataque)”. Primero con la retirada de los animales fallecidos y con el adiestramiento de un perro e, “incluso estamos pensando otras soluciones , como la de introducir ansarones (aves de mayor tamaño que ahuyenten a los buitres)”. Lo cierto es que tanto con las salvas como con la presencia del mastín, “todo está más tranquilo” y no hay ataques desde el 23 de mayo.
Así mismo, en la sesión parlamentaria se defendió que el papel del buitre es fundamental y tiene que convivir con la ganadería extensiva, independientemente de las soluciones especificas “que haya que buscar para este ganadero”, aseguró Muñoz. ●