LA CAMADA DE KOEMAN TIENE BUENA PINTA
FRANK DE BOER QUIERE CONSOLIDAR LA REGENERACIÓN DE PAÍSES BAJOS INICIADA POR SU ANTECESOR Y LAMENTA LA BAJA DE SU GRAN LÍDER, EL CENTRAL VAN DIJK
PAMPLONA – El ritmo futbolístico en los Países Bajos va por ciclos. Lo mismo aparece una generación excepcional (la de Johan Cruyff en los años setenta o la de Robben con el nuevo milenio) que atraviesan una etapa de barbecho, como sucede con los campos de cultivo. ¿Y dónde está ahora la selección naranja?
Estuvo ausente de la última Eurocopa, la de Francia 2016, y tampoco se clasificó para el Mundial de Rusia 2018, pero ahora emerge con bríos recobrados y en condiciones de destilar fútbol de kilates.
De la transición se encargó Ronald Koeman, con quien el equipo de Países Bajos se clasificó sin mayores problemas en el grupo C, por detrás de Alemania, eso sí, aunque en la memoria de esta fase de calificación queda la importante tunda que el equipo neerlandés le atizó al conjunto germano en Hamburgo (2-4).
Pero en el mes de agosto del pasado año el Barcelona llamó a las puertas de Koeman para encargarle la regeneración del equipo azulgrana, humillado hasta el escándalo por el Bayern de Múnich en la Champions (aquel 82 en Lisboa), y éste lo dejó todo ante la dimensión del reto. Koeman tenía una cláusula en su contrato en virtud de la cual podía rescindirlo si quien reclamaba su docencia era el eminente club catalán.
Casualidades del destino, la Federación neerlandesa nombró como sustituto a Frank de Boer, el mismo a quien en su día se le consideró el heredero de Koeman para el centro de la defensa cuando fue fichado por el Barça en 1998.
Tras una mala experiencia en Inglaterra, y no porque en inefable Jose Mourinho le calificara como el peor entrenador de la historia de la Premier, De Boer estaba un tanto fuera de onda, en el Atlanta United de la Major League Soccer estadounidense, cuando en septiembre del pasado año recibió el encargo de dirigir a la selección de su país hasta 2022, es decir, para afrontar un doble reto: la experiencia de la Eurocopa, que para entonces ya se había aplazado por culpa de la pandemia, y el Mundial de Catar.
Frank de Boer se encontró encarrilado el proyecto de regeneración asumido por Ronald Koeman, quien había confiado en una nueva generación de talentos forjados en la inagotable cantera del Ajax, como el central De Ligt o el centrocampista Frenkie de Jong, quienes ya habían dado el salto a la Juventus y al Barcelona, respectivamente.
LA NUEVA GENERACIÓN De Jong también es el director de orquesta para Frank de Boer, cuyos inicios sin embargo han sido algo inestables, con tan solo cuatro victorias en diez partidos disputados. Una inestabilidad achacada en cierto modo a la baja de Virgil van Dijk, considerado uno de los mejores centrales del mundo, cuya larga lesión también la ha acusado su equipo, el Liverpool.
El central pasó por el quirófano el pasado mes octubre por una grave lesión en los ligamentos de la rodilla derecha sufrida en un partido contra el Everton, cuando el portero Jordan Pickford se lo llevó por delante al buscar un balón dividido.
Se daba por hecho que llegaría para la Eurocopa, pero el pasado 12 de mayo comunicó su renuncia al torneo para culminar sin prisas la rehabilitación. “Estoy destrozado, pero físicamente siento que es la decisión correcta”, confesó Van Dijk.
Hay otros dos jugadores que llegan a la cita futbolísticamente consolidados, como son el centrocampista del Liverpool Georginio Wijnaldum, socio preferente de De Jong, y el delantero del Olympique Lyon Memphis Depay. A los dos les une las persistentes noticias de su inminente fichaje por el Barcelona, ya que ambos concluyen contrato con sus clubes, no habría que pagar traspasos y Ronald Koeman, que bien les conoce, les considera esenciales para afrontar la regeneración del equipo azulgrana una vez confirmado en el cargo por Joan Laporta.
El delantero Luuk de Jong, aunque no ha terminado de cuajar en el Sevilla, sí tiene en cambio un papel destacado en la selección de Países Bajos, que debutará en el torneo enfrentándose el 13 de junio a Ucrania en el Johan Cruijff Arena de Amsterdam. Un aliciente más, la posibilidad de poder jugar en casa, para redoblar su condición de claro favorito en este grupo C. ●