La menor desaparecida en Sevilla fue asesinada y descuartizada
La joven de 17 años desapareció el día 3 y el jueves su exnovio confesó que la había matado
SEVILLA – Rocío Caíz, de 17 años, fue asesinada y descuartizada en Estepa (Sevilla) por su exnovio, Adrián N., que confesó el crimen machista, el 18 en España en lo que va de año, y el entorno de la víctima dijo que sufría malos tratos pero que no se atrevió a denunciarlos.
La menor de edad, que tenía un hijo de 4 meses con el asesino confeso, un ciudadano rumano de 23 años, no había presentado nunca una denuncia judicial, pero una de sus amigas de la infancia, Brenda Ríos, aseguró que Rocío padecía maltrato físico y psicológico, y su familia también sostiene que fue maltratada.
La familia de la menor afirmó que había sufrido agresiones por parte del exnovio en varias ocasiones, aunque sus datos no están reflejados en el registro Viogen, que recoge las informaciones de las mujeres que denuncian hechos similares en servicios sociales de ayuntamientos o cualquier fuerza y cuerpo de seguridad del Estado.
Su familia aseguró este lunes que en alguna ocasión había sufrido heridas como la rotura de la nariz, de la que no dio una explicación convincente.
RUPTURA El asesino confeso conoció a Rocío cuando ella tenía 11 años y él 16, y mantuvieron una relación que ella rompió cuando fue madre hace cuatro meses, aún con 16 años, momento en el que le contó a las amigas los malos tratos que sufría.
El detenido siempre fue el principal sospechoso de los investigadores desde que la menor desapareció el 3 de junio de su casa de
Martín de la Jara, municipio sevillano distante 25 kilómetros de la casa de su exnovio, al que llegó en taxi para recoger un carrito de bebé.
La Guardia Civil sospechó desde un principio del exnovio al comprobar que había comprado una motosierra por internet días antes del suceso y que el móvil de la chica no marcaba movimientos fuera de Estepa.
A los familiares de la asesinada, el detenido les envió mensajes falsos en los que decía que la menor había estado en su casa y que se había ido a Badajoz para casarse con otro hombre, lo que no se creyeron ni la familia ni los investigadores, que le sometieron a una “vigilancia pasiva”.
Finalmente, el joven admitió ayer que fue el autor de la muerte de su exnovia, a la que mató con un cuchillo que aún no ha sido localizado, y confesó que la descuartizó y arrojó los restos en bolsas en cinco zonas distintas de las afueras de Estepa, a la que ha llevado a los agentes de la Guardia Civil.
Técnicos del Instituto Anatómico Forense están realizando la autopsia de la menor.