Expectación en Bargota ante la posible llegada de nuevos vecinos
Se ha interesado por la iniciativa ‘Holapueblo’ un madrileño que crearía un centro-escuela de formación “ecológico y participativo”
ESTELLA-LIZARRA – La expectación por la posible llegada de nuevos vecinos se ha extendido en Bargota. La localidad de Tierra Estella forma parte este año de Holapueblo, una plataforma impulsada por la asociación Almanatura, que cuenta con la colaboración de Red Eléctrica y Correos y de la que Desarrollo Rural de Gobierno de Navarra puso en conocimiento a Bargota. Actualmente la plataforma trabaja en la incorporación de nuevos vecinos en las localidades rurales que, a partir del próximo 21 de junio y si son seleccionados, podrían desarrollar sus proyectos de emprendimiento en una de las 70 localidades apuntadas en la iniciativa, al mismo tiempo que contribuirán a paliar la despoblación de esos lugares. “Se trata de que los posibles vecinos tengan una idea de negocio que se ajuste a las características de nuestro pueblo”, aseguraba la alcaldesa, Cristina Remírez. A los nuevos residentes les
Bargota es una de las poblaciones que padece el fenómeno de la despoblación: durante buena parte del siglo XX fue un municipio que superaba los 600 habitantes y hoy apenas cuentan con 245. Fue esta preocupante merma de sus vecinos y vecinas la razón por la que el nuevo equipo de gobierno, encabezado por la alcaldesa Cristina Ramírez, decidieron apuntar a Bargota en Holapueblo, con el fin de ofrecer la oportunidad de que nuevos vecinos pudieran residir aquí. “Es una forma de poder atraer gente de fuera al pueblo”, aseguró Ramírez. La alcaldesa tuvo claro que Bargota poseía muchos servicios que podían interesar a quien decidiera venir a vivir hasta este rincón de la Merindad de Estella: piscinas de verano –que están a punto de abrir–, centro de salud, farmacia, bar, tienda y, además, también cuentan con fibra óptica que se puede activar en cualquier punto de la población.
DOC RIOJA Además de un hermoso casco urbano con abundantes casas de piedra, Bargota es una de las ocho localidades navarras adscritas a la DOC Rioja del vino, algo que hace que buena parte de los habitantes de la localidad estén vinculados con este cultivo e incluso que una de las pocas empresas de la localidad sea la bodega Biurko Gorri, que produce y comercializa sus vinos con esta denominación.
A todos estas infraestructuras y servicios hay que unir un censo de unas 20 viviendas deshabitadas, de las que aproximadamente siete “podrían ser habitadas de manera inmediata”.
DESPOBLACIÓN Uno de los lastres de este localidad es la avanzada edad de parte de la población. “Hay que pensar que solo el 2% de la población tiene menos de 14 años”, comentó con preocupación la alcaldesa; un problema que hace que muchos de los vecinos tengan claro que la solución tenga que venir desde fuera. Es el caso del matrimonio de los vecinos y jubilados, M.ª Dolores Díaz de Cerio y Jesús Hurtado, que eran ayer unos de los pocos vecinos que paseaban por las calles, tras recoger cerezas de una finca en el monte “a 700 metros de altitud”. “Estaría bien que no solo vinieran emprendedores sino también trabajadores que pudieran trabajar en la viñas” aseguró Hurtado.
Iñaki Ruiz es un jubilado de Santurtzi que ha venido al pueblo de su mujer, “aquí se vive muy bien, hay mucha tranquilidad que es lo que buscamos y, además, todo el pueblo somos como una cuadrilla”. Es lo que piensa también Txaro Dublan, que mantiene la única tienda de ultramarinos de la localidad. Casada con Jesús Ruiz de Larrinaga, sus dos hijos de 31 y 35 años viven ya fuera de Bargota. “El problema empezó hace unos diez años cuando casi todos los jóvenes salieron del pueblo”.
Con todo, ayer acabó el plazo para la selección de candidatos que pudieran vincularse a Bargota como posibles futuros vecinos; un proceso que, según Elena García, responsable de Alma Natura, “no se sabrá hasta finales de junio”. Pero en Bargota ya se conoce alguna iniciativa que podría ubicarse en la localidad, como la del madrileño Fernando Lejarriaga: un centro agrario ecológico vinculado a la economía social que pretende ser también centro de formación. “Es un proyecto ambicioso que es abierto y participativo”, comentó Lejarrieta, quien aseguró que para el próximo fin de semana “voy a cerrar los contratos de terrenos y también de la vivienda”. Una iniciativa que podría tener otros candidatos para los que Bargota cumpla con sus expectativas de emprendimiento, en un núcleo que pelea duro contra la lacra de la despoblación. ●