Macron logra el aval del Constitucional a su contestada reforma de las pensiones
Los magistrados sólo corrigen cuestiones menores y ratifican retrasar la edad de jubilación en Francia a los 64 años
PARÍS – El Consejo Constitucional de Francia respaldó ayer los principales pilares de la reforma constitucional impulsada por el Gobierno, entre ellos el retraso a los 64 años de la edad de jubilación, y rechazó una iniciativa de la oposición para tratar de forzar un referéndum.
Los magistrados han tumbado seis disposiciones incluidas en la reforma, entre ellos el conocido como index senior, un sistema con el que se planteaba incentivar la contratación de personas mayores, pero han considerado constitucionales los aspectos más polémicos del texto, lo que anticipa nuevas movilizaciones en las calles.
Francia vivió el jueves la duodécima jornada de protestas y huelgas contra esta reforma, en la que cientos de miles de personas volvieron a salir a las calles de las principales ciudades. Las movilizaciones se remontan a enero y los sindicatos ya habían advertido de que seguirán con ellas si no hay cambios en algunos de los pilares de la ley, como por ejemplo el aumento de la edad de jubilación de 62 a 64 años.
El Elíseo ha convocado a los sindicatos para el próximo martes, para una reunión con Macron que quieren celebrar independientemente de la decisión adoptada por el Consejo Constitucional. Ya hubo un primer encuentro con la primera ministra, Elisabeth Borne, que concluyó sin avances.
CRÍTICAS EN LA OPOSICIÓN
Nada más conocerse el dictamen, el excandidato presidencial Jean-luc Mélenchon, de La Francia Insumisa (LFI), lamentó la decisión del Consejo, al que considera “más preocupado por las necesidades de la monarquía presidencial que por las del pueblo soberano”. “La lucha continúa”, proclamó.
Por su parte, la ultraderechista Marine Le Pen advirtió de que, aunque se haya podido dar carpetazo a la “secuencia institucional”, considera que “la suerte política” de la reforma aún no está cerrada, ya que “el pueblo tiene la última palabra”. A él “le corresponde preparar la alternancia” que podrá revisar “esta reforma inútil e injusta”.
Por su parte, los sindicatos franceses ya prometieron el jueves mantener la “combatividad” social. “Esta ley está empañada por una serie de fallos jurídicos, democráticos y sociales”, recalcó Sophie Binet, secretaria general de la CGT francesa, en declaraciones a la prensa desde un acto de su sindicato en la región metropolitana de Lille.
SATISFACCIÓN EN EL GOBIERNO
Por su parte, la primera ministra, Élisabeth Borne, señaló que, en su decisión, el Consejo Constitucional considera que “tanto en el fondo como en el procedimiento”, la reforma está de acuerdo con la Constitución.
“El texto llega al final de su proceso democrático. Esta noche –por ayer– no hay ni vencedores ni vencidos”, añadió Borne en Twitter.
La decisión del Consejo Constitucional llegó tras una tensa jornada de espera, con unas 230 marchas de protesta convocadas por los sindicatos en todo el país, entre ellas una concentración en la plaza del Ayuntamiento de París.
La propia sede del Consejo Constitucional estaba blindada desde ayer, con barreras y policías antidistubios, y la prohibición de organizar concentraciones en sus inmediaciones.
Una oferta de concordia que antes de conocerse el dictamen del Consejo Constitucional ya había lanzado el propio presidente, Emmanuel Macron., que abogó por “mantener el rumbo” y “no rendirse”, en una breve declaración que pronunció durante una visita a la catedral de Notre Dame pero que tenía especial simbolismo.
“No rendirse, ese es mi lema. Mantener el rumbo, ese es mi lema”, señaló Macron en su visita a las obras de Notre Dame, en vísperas precisamente del cuarto aniversario que destruyó parcialmente uno de los grandes símbolos de París y del conjunto de Francia.
“Cuando fijas un objetivo con ambición, es cuando se pueden cambiar las cosas”, declaró el mandatario, satisfecho por el avance de las obras de reconstrucción.
Macron aún no ha promulgado la ley, ya que desde un primer momento prometió que esperaría a la decisión del Consejo Constitucional, pero desde el Elíseo ya habían apuntado que, una vez conseguido el visto bueno en el terreno judicial tal y como ha ocurrido, estamparía su firma “en los próximos días”, según fuentes citadas del palacio presidencial, aunque intentará calmar las aguas.