El primer ministro de Japón sale ileso de un ataque con explosivos
Nueve meses después del magnicidio de Abe un hombre intenta asesinar a Fumio Kishida en un mitin
TOKIO – El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, fue evacuado ayer de un acto electoral instantes antes de producirse una explosión, que no causó heridas al mandatario, según las autoridades niponas, que detuvieron en el acto al presunto responsable de lanzar el artefacto explosivo. El incidente tuvo lugar en el puerto de la ciudad de Wakayama, cuando se registró una fuerte explosión y se observó una columna de humo blanco en el lugar donde estaba previsto el discurso de campaña de Kishida y en el que había dos centenares de personas congregadas para escucharlo.
“Vi que se lanzó algo, pero pude escapar y en ese tiempo pude oír la explosión”, relató el primer ministro, quien también señaló que pese al incidente “continuará con sus actos electorales”, en declaraciones a un alto cargo de su partido.
“Vamos a celebrar unas importantes elecciones para nuestro país, y debemos trabajar juntos para que sigan adelante”, dijo Kishida en otro discurso de campaña realizado ayer junto a la estación ferroviaria de Wakayama, aproximadamente una hora y diez minutos después del incidente, al que también se refirió en su alocución. Las autoridades niponas detuvieron a un hombre en el lugar de los hechos como supuesto responsable del lanzamiento del objeto explosivo, que según testigos presenciales y las imágenes captadas por los medios, era un cilindro metálico que podría tratarse de una bomba de tubo.
En las imágenes tomadas por NHK en la escena, se puede ver como una persona que estaba a unos 10 metros lanza un tubo metálico a las espaldas de Kishida, que se gira junto a su personal de seguridad y miran al suelo antes de ser evacuado a toda prisa.
Al mismo tiempo, una persona del público se abalanza sobre el joven que había lanzado el objeto y pronto se aproximan otras dos personas de seguridad que logran tumbarlo en el suelo entre forcejeo. Con el mandatario ya evacuado, se puede escuchar cómo explota el artefacto, mientras que al sospechoso se le cae un segundo tubo metálico.