Un americano harrijasotzaile
LA ESTRELLA DE LA NFL CAMERON JORDAN SE EXHIBE ANTE LOS VITORIANOS EN LOS DIFERENTES HERRI KIROLAK
Hoy en día, gracias a la tecnología, no existen fronteras y tenemos acceso prácticamente a toda la información que deseamos. Por eso mismo, ahora es más fácil llegar a las diferentes culturas y deportes de otros países. Y aunque Estados Unidos pille un poco lejos, sus pasiones ya se encuentran entre nosotros. De hecho, el fútbol americano continúa ganando adeptos en Vitoria.
La liga estadounidense (NFL) se ha acercado estos días hasta las tres capitales vascas gracias a la presencia de la estrella de los New Orleans Saints, Cameron Jordan. El jugador americano ha grabado dos programas de NFL Network que, además, se podrán ver en el NFL Game Pass y en el canal de Youtube de la NFL.
En lo que se refiere a la jornada de este pasado domingo en Vitoria, fue una mezcla de culturas entre Estados Unidos y el País Vasco. Algo que, como es lógico, atrajo el interés de todos los curiosos que se acercaron a la plaza de Los Fueros.
Además, el sol acompañó en una jornada matinal que comenzó con alegría, ya que la sonrisa y la vestimenta del protagonista llamó la atención de todos los presentes. Su peinado característico, su imponente físico y su pantalón corto de color rosa hicieron que todas las miradas estuvieran fijas en él. Eso sí, lo que más llamó la atención fue la sonrisa de Cameron, ya que su rostro de sorprendido y de alegría no dejó de estar presente en ningún momento.
Tras comentar que lo que más le había llamado la atención nada más llegar era el levantamiento de fardo con polea porque, precisó, “es como volar y ser Superman”, enseguida comenzó a hablar con los presentes en la céntrica plaza gasteiztarra.
Cameron también afirmó entre risas que “a pesar de que me está gustando mucho el País Vasco, no me quedaría a vivir aquí porque hace mucho frío”. Después de los primeros saludos, los herri kirolak dieron comienzo con la recogida de mazorcas y como buen deportista enseguida empezó a correr y participar. Poco después, el levantamiento de peso lo observó sentado y asombrado, pero lógicamente no podía permanecer quieto y también se animó a levantar los 88 kilos.
Su cara de asombro no cesó ni con los hachazos ni con el arrastre de piedra. Sus familiares, que acompañaron a la estrella americana, tampoco dejaron de preguntar sobre las diferentes modalidades de los herri kirolak. El buen rollo no faltó en esta jornada matinal y es que de forma muy humorística se animó a arrastrar los 700 kilos afirmando entre risas que quería pasar al siguiente.
Después de probar también con el hacha, el jugador americano fue con ansia a probar su acción favorita, es decir, el levantamiento de fardo con polea. Y aunque le gustó mucho, cuando le dijeron de repetir, entre risas terminó negándose en primera instancia. Finalmente lo acabaría haciendo varias veces para contentar a los presentes.
RECUERDO IMBORRABLE
Eso sí, con el carro sí se atrevió, aunque tan solo a levantarlo y no a dar vueltas. Lo que estuvo bastante claro es que Cameron se lo pasó muy bien y ejemplo de ello fue la prueba del alzamiento de yunque, donde animó al público con aplausos y ánimos en inglés. También se le escuchó un “estáis locos”, pero en el buen sentido, ya que él mismo decidió probar esta modalidad.
Cameron se integró a la perfección con los deportistas vascos y es que también se vistió con la camiseta del equipo, luciendo así los colores con el lema “Euskadi, Basque Country”. Cuando parecía que ya había decidido no practicar más, finalmente tanto él como su mujer se animaron con las txingas para además realizarlo realmente bien. En especial, ella, que se llevó la ovación de todo el público presente.
Al final, los deportistas vascos tuvieron un detalle con la estrella americana ya que le dieron como regalo una camiseta con los colores de la ikurriña para que siempre se acuerde del País Vasco.
Eso sí, cuando ya parecía que la jornada había terminado, Cameron aún tenía reservada una última sorpresa. Y es que tanto él como su mujer quisieron volver a probar con el levantamiento de fardo. Incluso las dos hijas de la pareja trataron de imitar a sus padres para arrancar las sonrisas y risas del público.
Tras los generosos esfuerzos realizados, no pudieron faltar las fotos y autógrafos de rigor entre todos los protagonistas y los espectadores. A la postre, fue una amena jornada donde se mezclaron en Los Fueros de Gasteiz dos bonitas culturas y que a buen seguro ninguno de los participantes olvidará.●