Vivienda, ¿Derecho o problema?
La vivienda es un derecho, pero se ha convertido en un problema. O quizás es al contrario, la vivienda es un problema precisamente porque es un derecho. Lo es sin duda para las miles de personas que no tienen donde vivir en condiciones dignas y lo es para determinada clase política que hace propaganda partidista con algo que debería ser algo básico garantizado para toda la población, igual que lo es el acceso a la educación o a la salud. Tal vez ocurre porque cuando hablamos de vivienda no todos pensamos en lo mismo. No es igual tener una vivienda, que una casa, que un hogar, que no tener ninguno de los tres. Lo uno no lleva necesariamente a lo otro. Da igual que sea en alquiler o en propiedad. Vivienda es un concepto mas político, mas manoseado por los adjetivos que se le aplican, libre, social, de alquiler, protegida, etc. La casa es el techo, donde una se cobija, que puede ser un hogar para una familia o persona o una habitación compartida con desconocidos y que entonces dista mucho de lo que entendemos por hogar, que en fondo es a lo que todos y todas aspiramos. A tener ese domicilio habitual que se requiere socialmente y donde cada persona desarrolla su vida, algo que tiene mucho de subjetivo e inmaterial porque entran en juego las emociones. Hoy en día hay que invertir tanta energía en acceder a una vivienda, tanto dinero en comprar o alquilar una casa que para cuando llega la hora de construir ese hogar en muchos casos no queda ya ni lo uno ni otro. Son muchos años de hablar del mercado de la vivienda, de especular con ella, de verla como una buena inversión para los que tienen dinero para invertir, de dejar campo abierto al precio del alquiler, de no regular pensando en los que menos tienen... Años de tratarla como un negocio y no como un bien de primera necesidad. Pedro Sánchez parece que se ha dado cuenta ahora de la problemática real de vivienda en el Estado, cuando llevan años buscando soluciones que no llegan a un problema que acarrea otros muchos para las personas sin hogar. La vivienda ha pasado en apenas unos días de ser una asignatura olvidada a estar en el centro del debate en temporada alta electoral. Navarra, en el ejercicio de sus competencias y lejos de ese mercadeo estatal, ya desde la pasada legislatura ha ido por delante en esta materia con una ley de vivienda propia que sí ha querido primar la función social de la vivienda partiendo de considerarla un derecho. Pero el ritmo de la política es lento y la necesidad de muchas personas no admite tanta demora. Algunos solo la agilizan en víspera de elecciones y no precisamente pensando en el bien de la sociedad sino en la rentabilidad electoral. Con los derechos no se debe jugar políticamente, se deben garantizar.●
Hay que invertir tanta energía en acceder a una vivienda, tanto dinero en comprar o alquilar una casa que para cuando llega la hora de construir un hogar no queda ya ni lo uno ni otro