BUDIMIR SE LIBERA
EL EQUIPO EL DELANTERO CROATA SE AFINA CUANDO OSASUNA ENTRA EN LA FASE DECISIVA EN LIGA Y EN LA COPA
– A Budimir le hicieron unas comparaciones facilonas cuando le recordaron al término del partido que en once minutos frente al Betis había marcado tantos goles como los que llevaba en toda la temporada. Más que una gracia en la comparativa, lo que quedaba claro era lo que decían de forma patente esos datos: el delantero croata está viviendo en Osasuna una de sus peores rachas como jugador de la Liga, en donde se ha ganado una fama reconocible a la hora de tocar la red contraria.
Ante Budimir le había hecho dos goles al Espanyol, uno en cada encuentro de cada una de las vueltas del campeonato, y desde el último, el 4 de febrero, no había visto puerta. Es decir, el calvario para el que tiene el oficio, y el castigo a veces, de goleador. La realidad es que Budimir se encuentra inmerso en una campaña cuando menos extraña, preocupante para él y para el equipo, ya que se trata de un tipo vinculado al gol y al trabajar con esa misión, suele desprender dependencia cuando las cosas no le salen.
En los dos cursos anteriores, el futbolista balcánico había sido el máximo goleador de Osasuna en la Liga, con 11 y 8 goles, respectivamente –uno más en cada curso si se suman los tantos de la Copa–. Pero es que en su estancia en Mallorca –el equipo que lo reclutó para la Liga española procedente del fútbol italiano–, en medio año en Segunda firmó cinco goles y en la campaña siguiente en Primera se aupó hasta 13. Es decir, suma 36 goles en la máxima categoría del fútbol español cuando todavía quedan unas cuantas jornadas para intentar incrementar esa cuenta.
Sobre Budimir ha recaído la responsabilidad del gol desde que está en Osasuna porque su perfil se ajusta fundamentalmente a esa misión. Aunque el equipo de Arrasate cuenta con hombres específicos para la misión, como el Chimy o Kike García, al internacional croata se le valora sobre todo por su condición de puntillero, aunque la observación detallada de su comportamiento en los partidos le señalan como un verdadero tormento para los defensas.
Los dos goles frente al Betis pueden haber significado la deseada liberación del jugador. Respaldado por el entrenador, que siempre ha expresado su plena confianza en sus condiciones –Arrasate espera que la teoría del bote de ketchup se cumpla irremediablemente–, Budimir es uno de esos futbolistas de los que nunca se sabrá hasta qué punto le sentó bien o mal su participación en el Mundial. Y, por el calvario que está suponiendo el torneo regular, su sonada reaparición con goles le llega en un momento en que Osasuna se lo va a jugar todo, tanto en la Liga, con su intento de asalto a posiciones mejores que le permitan quizás pelear por un puesto europeo, como en la Copa, donde la final ante el Real Madrid es una cita para jugadores expertos, acostumbrados a escenarios y batallas mayores.
Ante Budimir –31 años, cumplirá 32 en julio– tiene contrato con Osasuna hasta junio de 2025 y le supuso al conjunto navarro un desembolso al Mallorca de ocho millones de euros. Su cláusula de rescisión es de 20 millones de euros en Primera División y de nueve millones de euros en Segunda. El conjunto balear se reserva un 25% en la plusvalía de una futura venta. ●