‘Guerra’, viaje al final de la noche con Céline
ouis-ferdinand Céline llegaría a tomar, en diferentes apectos, un camino conflictivo durante la II Guerra Mundial e incluso dejó escapar con vida el antisemitismo y antisovietismo en muchas de sus obras, tanto en las de su primera época (Viaje al fin de la noche, 1932) como en libros posteriores a 1935 (Mea culpa, 1937). Su producción literaria, en cualquier caso, está considerada como una de las esencias de la novelística del siglo XX y son, ambas, razones para interesarse por Guerra, novela inédita de Céline que acaba de presentarse nada menos que sesenta años después de su elaboración y presenta en castellano Anagrama según las directrices de la traducción de Emilio Manzano.
Es François Gibault quien nos pone las pilas en el prólogo de esta esperada obra respecto a su origen: “Esas doscientas cincuenta hojas del mauscrito fueron mencionadas por el propio Céline, bajo el título de Guerre, en una carta dirigida a su editor, Robert Denoël, fechada el 16 de julio de 1934”. El propio Gibault da sentido al de Guerra: “Este libro es a la vez una crónica y una novela. Una crónica que, a medida que pasan las páginas, resulta cada vez más novelada”. Y es que Louis-ferdinand Destouches (nombre real del autor) sufrió las bárbaras consecuencias de la maldita guerra, pues casi pierde la vida en el frente y también ejerció la medicina (era doctor
LSe trata de una novela inédita de Céline que se publica ahora, nada menos que 60 años después de su elaboración.
dicho libro, quizá no todos los centros de atención de la mirilla del autor pueblan sus páginas, pues siempre puede faltar alguno, todavía en pie o ya no, pero puede asegurarse que los que ahí están... lo son. Seguro: “Hay gente que nunca ha comprado un libro. Y hay gente que nunca ha leído nada salvo los prospectos clínicos contra el aburrimiento. Pero no conozco a nadie que haya pasado de largo por este escaparate”. Así es como Paco Roda se confiesa: “Hice la prueba el otro día durante tres horas y les aseguro que es verdad. Todo el mundo se paraba presa de una extraña atracción”.
Y así es como el autor de Resistiendas nos recuerda el pasado de la Vieja Iruña a través de la historia de estos lugares, ¡qué lugares!, aquellos en los que el ciudadano y la ciudadana del barrio lograban una atención cercana y de calidad. Resistiendas, gracias por tanto...; Paco Roda y Marta Salas (autora de las fotografías), gracias por contárnoslo.●