LEER PARA VIVIR OTRAS VIDAS
● El club de lectura de San Adrián, con 16 miembros en la actualidad, celebra este año su 15º aniversario ● La bibliotecaria del municipio, Laura Romero, es la que coordina al grupo desde hace una década
SAN ADRIÁN – Perder la noción del tiempo sumergidas entre líneas, mezclarse con los personajes de una historia o desconectar del día a día viviendo otras aventuras es lo que intenta y consigue el club de lectura de San Adrián desde hace 15 años, una efeméride que sus integrantes celebrarán de la mano de Laura Romero, bibliotecaria del municipio y coordinadora del club desde hace una década. Esta entidad, que nació gracias al interés de un grupo de adrianeses y adrianesas por la literatura, sigue más vivo que nunca y, cuentan, a lo largo de todos estos años ya han devorado, asentado y analizado 113 libros.
El grupo, formado por 16 personas en la actualidad, se reúne una vez al mes para comentar un libro que han tenido que leer previamente en casa y que lo proporciona la Red de Bibliotecas, por lo que no es necesario comprarlo. “No nos centramos en un solo género sino que leemos de todo”, explica Laura que asegura que ella no ha leído previamente los libros que entrega sino que va a la vez que los integrantes del club; “así no tengo prejuicios”.
CÓMO PROCEDEN En las sesiones, que duran algo más de una hora, Romero propone diferentes dinámicas. Hasta ahora, además de entregarles un dossier con información sobre el autor y una pequeña crítica de la novela, todos explicaban si les había gustado o no el libro y daban sus pareceres. Sin embargo, desde hace cinco meses a esta parte, desvela, “estoy tanteando diferentes tácticas; a veces les digo que definan el libro con una sola palabra, otras sacamos un tema de una caja y solo hablamos de eso, o nos centramos en los personajes. Creo que así da más juego y parece que les está gustando”.
En un club de lectura, insiste, “te das cuenta de lo subjetiva que es la lectura porque un libro que a ti te parece fantástico a otra persona no le ha gustado nada y, además, ves todo lo que se puede llegar a hablar de una novela por fina que sea”.
El libro que han comentado
en abril es Al mal tiempo mejor cara, una novela francesa de 2012 “muy entrañable” y las vecinas se marcharon de allí con Apegos feroces. Este ejemplar lo abordarán el 8 de junio, que será la clausura del club hasta septiembre. Sin embargo, deja entrever Laura, el 25 de mayo, y para festejar el aniversario, “habrá un club diferente, especial. Además también tenemos en mente un viaje que esperamos hacer en el mes de octubre”.
Por último, en verano, y para paliar la falta de tertulias, Romero les entrega un clásico, “que es más amplio y denso y lo comentamos a la vuelta, cuando retomamos”.
La coordinadora, además, anima a participar a todo aquel que sienta interés por la lectura; “lo buenos de estos clubes es que lees cosas que no cogerías de la estantería porque al final cada una tenemos nuestro estilo y vamos siempre a lo mismo. Para un pueblo, además, creo que es importante conservar este tipo de actividades porque es de lo poco cultural y gratis que nos queda. Espero que el club siga muchos más años en marcha y solo me queda agradecer la implicación de todas las personas que han pasado por aquí; participantes y coordinadores”.
FERVIENTE LECTORA Una de las vecinas que acude al club del municipio desde que empezó es María Teresa Osés, una amante de los libros, asegura, desde que era pequeña. “Cuando hace años me dieron la oportunidad de participar en una actividad relacionada con la lectura no me lo pensé”, afirma.
Tal y como explica, “es algo que me aporta muchísimo, vivo otras vidas aparte de la mía y eso me encanta”. Además, en este espacio, insiste, “lo que leemos me apasiona porque no son libros sencillos, no. Te hacen pensar y descubres muchísimas cosas”.
De hecho, del ejemplar que iban a comentar ese día, aseguraba, “te hace reflexionar porque va sobre la gente mayor que, en vez de quedarse llorando en casa con sus calamidades, apuesta por ir hacia adelante. Se reúnen varias personas en una casa grande y, al final, lo que es el problema de uno, lo es de todos. Me ha gustado porque a veces parece que las personas mayores estamos estancadas y que de ahí no podemos salir, pero demuestran que no”.
Lectora ferviente, recalca que nunca saben qué libro les van a dar “y eso es toda una sorpresa. Solo ha habido uno con el que no he podido”.
El año que viene asegura que seguirá acudiendo a estas citas y anima a otras personas a que participen; “al estar en grupo cada persona ve el libro de una manera y eso te enriquece mucho. No es nada monótono, Laura utiliza diferentes técnicas y no nos aburrimos nada. A veces, cuando comentamos algo, coincidimos con el resto de personas, pero otras veces no y eso es muy bueno porque te hace pensar más y caes en cosas que habían pasado desapercibidas”.
El resto de participantes, que poco a poco iban llegando a la biblioteca, fueron cogiendo sitio y, justo antes de meterse de lleno en la sesión, reafirmaron las palabras de Osés.●
“Leer me apasiona y el club me aporta muchísimo; vivo otras vidas aparte de la mía, y eso me encanta”
MARÍA TERESA OSÉS
Integrante del club de lectura adrianés desde sus inicios