Diario de Noticias (Spain)

Los frentes se definen frente a Kiev

- POR Diana Negre

Los frentes son generalmen­te una referencia a las posiciones militares, pero también pueden centrarse en la política y, en estos momentos, los frentes de la política electoral norteameri­cana parecen seguir una línea paralela a los militares por lo que se refiere a la situación en Ucrania Pasado el momento de inicial desorienta­ción, en que todos parecían ver en Moscú una agresión intolerabl­e y una necesidad estratégic­a para que Estados Unidos se definiera en favor de los ucranianos, se van dibujando nuevos frentes, que toman a su vez posiciones al respecto para la carrera electoral del año próximo

Al igual que ocurrió con la guerra de Irak hace ya más de veinte años, también en este caso hay una coincidenc­ia entre ambos partidos, o mejor dicho entre sectores de ambos, por lo que se refiere a la guerra de Ucrania. Pero los desastres militares del pasado –Vietnam, Afganistán– que sorprenden cuando le ocurren al país más rico y mejor armado del mundo, provocan cierto recelo en parte de la población, especialme­nte en el bando conservado­r, con respecto a Ucrania.

Casi todos coinciden en condenar la invasión de una nación soberana, pero hay mucho menos acuerdo a la hora de considerar la reacción norteameri­cana: unos piensan que Estados Unidos es el principal responsabl­e de esta guerra, pues la actuación ucraniana para alejarse más de Moscú e integrarse en el mundo occidental y que ha tenido apoyo en Washington, representa un intento de unirse a la OTAN, algo que Moscú considera inaceptabl­e. En su día, también lo descartó el gobierno de Estados Unidos en aras de la estabilida­d internacio­nal.

Otros creen que debilitar a Rusia, como probableme­nte está ocurriendo, tan solo sirve para reforzar a un rival más fuerte y peligroso, que es la China, con la que Estados Unidos puede tener muchas más dificultad­es para entenderse y cuyo poderío militar no para de crecer. Aparte del riesgo de que Moscú reaccione como un león herido, algo peligroso a la vista de sus arsenales atómicos con los que el Kremlin ya ha amenazado varias veces desde que invadió Ucrania.

Pero también hay, especialme­nte en la Casa Blanca, quienes consideran que es el momento de aprovechar lo que perciben como una debilidad rusa y ampliar la OTAN, aunque esto cueste vidas en ambos lados…mientras no sean vidas norteameri­canas. Los desacuerdo­s se dan en el seno de ambos partidos. Que haya corrientes distintas, incluso divergente­s, dentro del mismo partido, es comprensib­le en un país como Estados Unidos donde la disciplina no la hay ni en las escuelas, ni en las familias ni en los partidos. Además, con casi 350 millones de habitantes repartidos exclusivam­ente entre tan solo dos formacione­s políticas, es prácticame­nte imposible que dentro de los partidos haya uniformida­d. En otros lugares, los partidos se dividirían como vemos por nuestras latitudes, pero esto no ocurre en el gigante al otro lado del Atlántico, quizá porque los partidos tienen poca actividad , escaso contenido ideológico y prácticame­nte son tan solo coalicione­s electorale­s.

Es frecuente que los políticos cambien de bando según las necesidade­s del momento, no por cuestiones de principio, sino por convenienc­ias electorale­s o simplement­e para aprovechar una situación que se les ofrece en el partido contrario al que pertenecen.

Entre los conservado­res hay un sector con más proclive bélico, conocido como los “neoconserv­adores” y a quienes generalmen­te los llaman los “neocons” que, según sus detractore­s, son en realidad demócratas camuflados con tendencias intervenci­onistas en política internacio­nal.

Porque lo cierto es que la intervenci­ón en otros países acostumbre a gustar más a los demócratas que a los republican­os, como se vio en Cuba, en la Guerra Civil española o, más recienteme­nte, en Vietnam. Era un demócrata, Franklin Roosevelt, quien hablaba de “hacer el mundo seguro para la democracia” y quizo entrar en la Primera Guerra Mundial, igual que lo era el presidente Roosevelt quien hizo que EEUU participar­a también en la segunda. Otro tanto ocurrió con el Vietnam, un conflicto que empezó con el malogrado presidente demócrata John Kennedy. Los republican­os no son inmunes a la tendencia de meterse a mandar en otros países, pero hay más tendencia a seguir tendencias aislacioni­stas. A pesar de ello, fueron los dos presidente­s republican­os Bush, padre e hijo, quienes enviaron tropas norteameri­canas a la guerra de Irak, aunque en el caso del primer Bush fue una intervenci­ón corta y ordenó la retirada de sus efectivos en cuanto consiguió su principal objetivo, que era la retirada irakí de Kuwait.

A los republican­os se les acusa con frecuencia de aislacioni­stas pero lo cierto es que, a medida que Estados Unidos fue adquiriend­o más peso en las relaciones internacio­nales, estas tendencias aislacioni­stas republican­as descendier­on. Y ahora, a medida que el conflicto ucraniano avanza y se prolonga, con la probabilid­ad de que dure más de lo que muchos habían pensado originalme­nte, hay menos apetito entre los republican­os que entre los demócratas por seguir apoyando a Ucrania.

O por lo menos desean un apoyo más limitado que no dé alas a los ucranianos a provocar una violenta reacción rusa. De momento, esta guerra apenas roza los debates electorale­s, pero es muy probable que su peso crezca a medida que avanza la campaña y, sobre todo, en el caso de que esta guerra siga costando miles de millones al erario norteameri­cano, que reduzca sus arsenales militares o, lo que llevaría la cuestión al centro del debate político, si Moscú consigue cambiar la orientació­n de esta guerra y los ucranianos acaban, como casi todos creían al principio, en el bando perdedor.

Las derrotas no acostumbra­n a gustar a nadie y menos aún a los ricos y poderosos. Es posible que tomen relieve en las elecciones del año próximo si hay un giro en la guerra ucraniana.฀●

 ?? Foto: Efe ?? Joe Biden delante de una imagen del periodista Evan Gershkovic­h, detenido en Rusia por informar de la guerra de Ucrania.
Foto: Efe Joe Biden delante de una imagen del periodista Evan Gershkovic­h, detenido en Rusia por informar de la guerra de Ucrania.
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain