Navarra tendrá trece zonas de baño natural este próximo verano
Al censo del año pasado se incorpora la Bahía de Úgar, que se encuentra situada en el embalse de Alloz
– Navarra contará este próximo verano con trece zonas de baño naturales, una más que el año pasado. La nueva zona se ubica en el término municipal de Úgar (Valle de Yerri) y se encuentra en el embalse de Alloz: se trata de la denominada Bahía de Úgar.
La temporada de baño en estas balsas, embalses, pozas o manantiales se divide en dos: la primera, más larga, desde el 22 de mayo al 10 de septiembre y otra más corta, desde el 10 de julio al 3 de septiembre.
En concreto, en el periodo comprendido entre los días 22 de mayo y 10 de septiembre de 2023, se incluyen las zonas de baño denominadas como Balsa la Morea 1 (Beriáin), Manantial Agua Salada 1 (Estella/lizarra), Embalse de Alloz 1 (Guesálaz/gesalatz, Lerate), Embalse de Alloz Yerri (Valle de Yerri/deierri, Úgar) y Balsa el Pulguer 1 (Tudela).
El periodo comprendido entre los días 10 de julio y 3 de septiembre de 2023, se establece para las zonas de baño denominadas: Río Urederra 1 (Zudaire, Améscoa Baja), Río Urederra 2 (Artavia, Allín), Río Araxes 1 (Betelu), Río Esca 1 (Burgui/burgi), Río Aragón 1 (Carcastillo), Barranco de la Foz de Benasa 1 (Navascués/nabaskoze), Río Uztárroz 1 (Uztárroz/uztarroze) y Embalse de Itoitz (Nagore, Arce/artzi).
El Departamento de Salud, a través de la Sección de Sanidad Ambiental del ISPLN y el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, es el responsable del control y vigilancia de la calidad de las aguas de baño en estas doce zonas. El Gobierno foral supervisa y controla la calidad del agua, además de otros condicionantes, con el fin de dar al usuario garantías para el baño.
Antes de la apertura oficial de la temporada de baño se efectúa un control analítico de las aguas como comprobación de su calidad. La supervisión, aproximadamente quincenal, pasa por la medición de la temperatura del agua, su turbidez, el ph… También se revisan las condiciones higiénico-sanitarias y las infraestructuras del entorno.
Este seguimiento es el que diferencia a estas zonas de baño de otros espacios no designados como tal, en las que, aunque no está prohibido bañarse, no se hace este tipo de control y por lo tanto hay menos garantías sanitarias y ambientales.