En julio comienzan las obras en la calle Fuente del Hierro
Las obras tendrán un coste de 281.850 euros y afectarán a las calles Pedro I e Iturrama
PAMPLONA
– La calle Fuente del Hierro de Pamplona sufrirá una renovación en los próximos meses para convertirse en un espacio más natural y sostenible, con mayor superficie vegetal y más adaptada a las subidas de temperatura derivadas del cambio climático. El objetivo es naturalizar esta calle, que forma parte del trazado del Camino de Santiago por la ciudad, priorizando al peatón y reduciendo la calzada. Las obras, que se enmarcan dentro del proyecto Pamplona SF365, cuenta con financiación europea de los fondos Next Generation EU, dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y tendrá un coste de 281.850 euros.
Los trabajos comenzarán en el mes de julio y se concentrarán en el tramo de la calle ubicado entre la calle Pedro I e Iturrama. Se llevarán a cabo varias acciones para lograr adecuar esta vía al nuevo diseño de ciudad, más centrado en las personas que caminan y con un tráfico calmado, además de más verde y adaptado a las nuevas condiciones climáticas. Por un lado, se apuesta por la creación de sistemas
Recreación de la intervención prevista.
urbanos de drenaje sostenible. Por otro, se mejorarán los itinerarios peatonales y los espacios de estancia exisximidades
tentes. La prioridad en esta intervención es crear zonas verdes que funcionen como jardines de lluvia en las prode las glorietas existentes y el ensanchamiento de la mediana.
ENTRE VÍAS VERDES
La calle Fuente del Hierro es una vía que une dos espacios verdes importantes de Pamplona, como son la Vuelta del Castillo y el campus de la Universidad de Navarra. Esa ubicación y su integración en el Camino de Santiago hacen necesario desarrollar este importante eje mediante acciones encaminadas a potenciar su vegetación y permeabilizar su suelo.
En concreto, se reurbanizará la vía, reduciendo la anchura de la calzada, que en su día era de doble carril, pero ahora mantiene uno de mayor ancho. El carril, tras las obras, pasará a ser de entre 3,5 y 4,2 metros, y estará separado por una mediana de entre 5,7 y 6,7 metros de ancho.
Las aceras se ampliarán ligeramente en varios puntos y se ordenarán los pasos de cebra, alejándolos de las intersecciones con las glorietas, de forma que se evite la parada de vehículos dentro de la rotonda, con las afecciones al tráfico que ello produce.
En la reurbanización de la acera se usará pavimento accesible en las zonas en las que se requiera y se modificará puntualmente el carril bici actual, para separarlo de la calzada allí donde se instalen jardines de lluvia.