A Santiago se va seguro
Con la temporada alta, los Cuerpos policiales intensifican la vigilancia de la ruta jacobea. La falta de preparación física, pequeñas lesiones y hurtos son las incidencias más comunes, aunque suceden otras cosas que sorprenderían a cualquiera.
Un reportaje de Fotografías
El buen tiempo ya está aquí y con él vuelve la oleada de peregrinos que año tras año cruzan Navarra en su travesía hacia Santiago de Compostela. La ruta jacobea atraviesa la Comunidad Foral de noreste a sureste y constituye un eje socioeconómico y cultural de un valor inabarcable, que atrae anualmente a 65.000 caminantes. Este año, además, ha aumentado el número de peregrinos respecto al año pasado, con 9.932 peregrinos en lo que va de año en el albergue de Orreaga/roncesvalles, 2.000 más que el año pasado y cifras similares a las de 2019. La temporada alta, sin embargo, no ha hecho más que comenzar.
Para garantizar la seguridad de las miles de personas que cada año caminan por Navarra, los distintos cuerpos policiales han puesto en marcha actuaciones, coincidiendo con el periodo en el que el Camino de Santiago experimenta los índices de mayor afluencia. El Ejecutivo foral activó el pasado 1 de abril el dispositivo especial de seguridad que permanecerá activo hasta el próximo 31 de octubre, mediante el cual la Policía Foral destinará distintas unidades para “velar por la seguridad de las personas y sus bienes a lo largo del recorrido”. Asimismo, la Guardia Civil puso en funcionamiento el 3 de abril la unidad de Oficinas Móviles de Atención al Peregrino (OMAP), con agentes con dedicación exclusiva al Camino. Estos dispositivos de temporada alta complementarán los efectivos permanentes durante todo el año de todos los cuerpos policiales.
El objetivo, explica Mikel Santamaría, jefe de comunicación de la Policía Foral, es “garantizar la seguridad