WIEBES REFUERZA EL LIDERATO
●Vuelta a Burgos. Lorena Wiebes se hizo con la tercera etapa de la Vuelta a Burgos tras batir a Balsamo y Sheyla Gutiérrez al esprint. La neerlandesa es más líder por la bonificación. Aventaja en 14 segundos a Dygert y a su compañera Vollering a falta de la jornada final.
●Hagenes y Groenewegen. En los 4 Días de Dunkerque, Hagenes se impuso en la quinta jornada. Grégorie es el líder. Por su parte, Groenewegen se llevó la victoria en clásica de Veenendaal.
de autopsia no es el mal tiempo, es el peor tiempo. A todos los radiografía.
En el Passo de Sempione, la cumbre que servía de centinela de la frontera en el arranque, se armó la fuga con 29 dorsales: Ballerini, Serry, Prodhomme, Warbasse, Oldani, Luisle, Pasqualon, Sutterlin, Denz, Bettiol, Davide Bais, Mattia Bais, Maestri, Mulubrhan, Armirail, Rex, Clarke, Gee, Williams, Gaviria, Barta, Verona, Barguil, Guernalec, Mayrhofer, De Marchi, Mollema, Skujins y Vergaerde, de 17 equipos, todos perdidos en el Excel de Giro. Thomas, el líder, sólo miro al cielo y lo maldijo. La única preocupación era no enfermar o esquivar una caída, el riesgo siempre presente en los días en los que la carretera se convierte en un espejo. El reflejo, además del resquemor, mostraba ojeras, cansancio y desazón. La zozobra de tantas horas bajo la lluvia. La victoria era un asunto para la fuga porque en el pelotón no existía ningún interés por la persecución entre el tomavistas hipnótico del Lago Maggiore o el Lago di Garda.
La belleza rotunda de Italia no puede taparla la lluvia. Narcotizante. Tampoco un muro de agua. Ni el diluvio universal. Siempre sale a flote. De la fuga original surgió un cuarteto con Ballerini, Rex, Oldani y Skujinš. Se deshicieron de Rex. Lo recogieron Denz, Gee, Bettiol y Mayrhofer, a la caza del trío. Al acecho. A golpe de vista. Una clásica. Alta tensión. Armirail rondaba la maglia rosa. En ese thriller, cuando Ballerini, Oldani y Skujins bizqueaban en la mesa de póker, se abrió paso una bestia. Una estampida salvaje. El animal hambriento que los devoró a todos. Denz descarga otra tormenta en el Giro.