Escenario, tablero, matices y pactos

Yla nave de la campaña electoral en Navarra va. Pasado el ecuador, la sucesión de encuestas van clarificando el estado de ánimo de la opinión pública navarra en general y de los diferentes espacios socioelectorales de la pluralidad de Navarra en particular y muestran, a día de hoy al menos, una voluntad democrática claramente mayoritaria de las navarras y navarros por la continuidad de las alianzas progresistas en las instituciones. El sondeo político de Gizaker que publica hoy DIARIO DE NOTICIAS incide en esa línea. El voto progresista será muy mayoritario en el Parlamento de Navarra, en Iruña y en buena parte de ayuntamientos. Es el escenario de la partida. Navarra se aleja cada vez más del viejo régimen que mantuvo a UPN en el poder gracias a la exclusión de una parte importante de la sociedad navarra. Fue y sigue siendo el error de UPN. La teoría del quesito camino de ser historia. Aún queda el tramo final de la campaña. Esos días en que hay siglas que del estancamiento pasan al retroceso y otras que llegan mejorando sus expectativas conforme los indecisos se incorporan a votar. Son días de riesgo. Por ahora, en la batalla en el espacio electoral conservador tras la división de las derechas, UPN pierde terreno mientras el PP, incluso Vox, lo ganan. Al PP las encuestas le tratan bien, incluso para un desembarco paracaidista de última hora de Ayuso como fin de fiesta. Simple turra. Esparza, de confirmase la tendencia de los sondeos, puede tener una mala noche electoral. Ese contexto demoscópico indica igualmente que el cambio político y social que se inició en 2015 sigue vivo. Aunque el resultado entre las fuerzas políticas que lo sostienen está muy ajustado y en política a veces lo fácil se convierte en difícil y viceversa, lo difícil en fácil. Veremos hasta donde llega y que ofrece a la sociedad navarra ese juego de pactos a partir del 29-M. A día de hoy, el PSN mantiene aún ventaja en intención de voto sobre Geroa Bai y EH Bildu –la unión de grupos de izquierda en Contigo Navarra asegura el valor de los votos en ese espacio–, y Chivite parte con ventaja para continuar como presidenta. No obstante, Uxue Barkos sigue siendo la candidata mejor valorada por la sociedad con una intención de voto al alza. Una fórmula de acuerdos progresistas que se deberá trasladar también a los municipios, con la cuestión en el aire de Pamplona. Asirón está aglutinando la demanda ciudadana de cambio en el Ayuntamiento tras la desastrosa Legislatura de Maya y es otro candidato que mejora expectativas acercándose a UPN. Aún así, no veo segura la alcaldía para Ibarrola aún siendo lista más votada ni tampoco la de EH Bildu aún con una mayoría progresista. Hay abierto un escenario extraño y cada vez más peligroso en los subterráneos del Estado al compás de un discurso golpista y antidemocrático que sectores del PP y Vox, medios y lobbies de presión están situando sobre el tapete electoral. Operaciones oscuras. Sin duda, el reparto real de escaños influirá en ese tablero de negociaciones y pactos. Pero puede que otros factores más allá de nuestras mugas también. Es posible que por eso repita Otegi desde el principio de campaña una y otra vez que en cualquier lugar y en cualquier circunstancia su primer objetivo será evitar gobiernos de la derecha. Pactos para hilar fino.