Solo el 13% de los navarros son fumadores pero los expertos alertan del consumo de ‘vapers’
Un estudio de la Sociedad Española de Medicina de Familia refleja que el 32% de los navarros son exfumadores y que el 54% no ha consumido tabaco nunca
PAMPLONA – Están de moda y se han convertido en la antesala del tabaco. El consumo de vapeadores ha experimentado un incremento considerable en los últimos años, a la par que la incidencia de los cigarrillos ha ido en descenso. En Navarra solo el 13,1% de la población se considera fumadora según una encuesta realizada por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semfyc), que refleja que el 32,6% de los navarros son exfumadores y que el 54,3% nunca ha consumido tabaco.
Este estudio de la semfyc se publica con motivo de la Semana sin Humo que se celebra del 25 al 31 de mayo, y que este año lleva como lema Mejor el paseo que el humo o el vapeo. Desde la sociedad científica han querido centrar la campaña en esta nueva forma de consumo ya que en el Estado el 19,2% de los adolescentes de 14 a 18 años fuma o consume algún derivado del tabaco, pero los vapeadores son los preferidos para uno de cada cinco (20,8%), seguido de las cachimbas, que emplean el 14,3%, mientras que un 13,1% se decanta por los cigarrillos convencionales. El estudio, que fue presentado ayer, ha batido récord de participación con un total de 9.711 personas de todas las comunidades autónomas y demuestra cómo los nuevos productos derivados del tabaco son “la puerta de entrada” a los cigarrillos convencionales para los más jóvenes, según lamentó Susana Morena, coordinadora de la Semana Sin Humo.
Así, el 19,2% de los chavales de entre 14 y 18 años se declara fumador o vapeador, y son precisamente los cigarrillos electrónicos los preferidos, ya que los consumen el 20,8%. Mientras, el 14,3% consume cachimba, el 13,1% opta por el cigarrillo convencional y un 7,5% consumen tabaco mezclado con cannabis (porro). Las cifras se invierten en el siguiente grupo de edad: los jóvenes de 19 a 24 años que fuman ascienden al 32,3%, pero en esta franja, el producto más consumido es el cigarrillo convencional (19,1%), seguido de los vapeadores (13,8%) y las cachimbas (11,5%). La proporción de consumidores de tabaco mezclado con cannabis se mantiene en un 6,7%. Todo lo cual demuestra, en palabras de Morena, que “el cigarrillo electrónico es la forma en que se inician los jóvenes para pasar después al tabaco convencional”.
EFECTOS NOCIVOS ¿Y por qué se inician? “Por la falsa sensación de inocuidad de estos dispositivos que se ha divulgado masivamente en las campañas de márketing con intereses comerciales dirigidos a los jóvenes”, censuró la doctora. De hecho, solo el 62% de los encuestados sabe que la cachimba o pipa de agua es nociva para su salud, tanto si se usa con tabaco como con productos sin nicotina. Todo ello pese a que ya existe evidencia científica sobre sus estragos para las vías respiratorias a pesar del poco tiempo que llevan en el mercado, y la “que irá saliendo en los próximos años”. “No es que ya se dirijan a los adolescentes, es que poco a poco la publicidad va calando en los más pequeños, con dispositivos atractivos en forma de chuches que se venden por internet con los que “se está normalizando algo que se había conseguido desnormalizar con las normativas antitabaco”, apuntó Morena.