La enérgica voz de Tina Turner se apaga a los 83 años tras una carrera de leyenda
Anna Mae Bullock deja tras de sí una inigualable trayectoria musical, sin perder de vista sus trabajos como actriz
PAMPLONA – Hace justo diez años tomó la decisión de dejar los escenarios. Detrás quedaban más de 50 años como cantante, compositora, bailarina, coreógrafa y actriz. Aún así, en estos años siguió teniendo, de manera puntual, una presencia pública. Incluso para confesar su amor por Mick Jagger, quien ayer, al conocer la triste noticia, lloró la pérdida de su “maravillosa amiga”. Fue una de las reacciones al saber que Tina Turner había fallecido. La cantante murió a los 83 años de edad cerca de Zúrich (Suiza), según anunció su portavoz en un comunicado. “Tina Turner, la Reina del Rock’n Roll, murió en paz hoy –por ayer– a la edad de 83 años después de una larga enfermedad en su casa en Kusnacht, cerca de Zúrich, Suiza”, dice el comunicado.
Desde su cuna en Tennessee (Estados Unidos) donde en 1939 nació como Anna Mae Bullock, la de Tina Turner fue una carrera en la que logró sobreponerse al racismo y el machismo de una industria y una sociedad que luego la condenó al ostracismo... hasta que renació independizada y reinventada como “la mejor”.
EN LOS INICIOS Aunque su andadura arrancó a mediados de los años 50. Cuando tenía 17 años, conoció en un club a Ike Turner, su futuro esposo y, sobre todo, el hombre que la maltrató y la intentó hundir personal y profesionalmente. A Fool In Love fue el tema que supuso su debut musical a nivel profesional, compartido como parte del dúo Ike & Tina Turner. Fue su primer éxito comercial conjunto.
Después llegaron canciones como It’s Gonna Work Out Fine, su segundo gran éxito como pareja. Fue el primero por el que Tina Turner recibió una nominación a los premios Grammy. Tampoco hay que olvidar River Deep Mountain, que llevó el sello del también conocido y muy polémico productor Phil Spector. Con 21 músicos de sesión implicados y “unas 500.000 tomas” exigidas a la artista, el resultado fue la que está considerada una de las “500 grandes canciones de todos los tiempos” por la revista Rolling Stone.
Aunque, sin duda, de esa época gran parte del público recuerda la versión que el dúo realizó de Proud Mary. John Fogerty creó este tema para la Creedence Clearwater Revival. Fue un canto de orgullo feminista interpretado curiosamente por una mujer entonces sometida al yugo de un hostigador y que les proporcionó un Grammy. Su voz enérgica y característica, su fuerza sobre el escenario, su capacidad artística... todo ello estuvo a punto de desaparecer a mano de un Ike Turner del que le costó mucho librarse e incluso toda vez que se había roto su relación personal y profesional, Tina Turner tuvo que luchar contra la sombra de su maltratador y de una industria en la que, junto a otras mujeres, tuvo que convertirse en una pionera.
EL REGRESO Ese esfuerzo sin fisuras tuvo su recompensa a principios de los años 80, cuando los éxitos comerciales y el gran público volvieron a sonreír a una artista que mantuvo su nombre artístico. En ese momento fue fundamental Private Dancer, escrito y desechado por Mark Knopfler, tema al que siguieron otros temas bien conocidos como What’s Love Got to Do with It y We Don’t Need Another Hero, creaciones que además le terminaron por adentrar en otros terrenos musicales más allá del R&B.
Esa trayectoria terminó por alcanzar cotas imposibles para otras artistas con cortes como The Best, cuya primera interpretación fue de Bonnie Tyler, aunque no tuvo recorrido. En la voz de Turner, se convirtió en un éxito mundial que hoy sigue sonando, igual que pasó en los 90 con Goldeneye, escrita por Bono y The Edge (U2).