Diario de Noticias (Spain)

EDUCACIÓN SEXUAL: ¿DEBERÍA SER UNA ASIGNATURA?

Especialis­tas en Sexología reflexiona­n sobre la necesidad o no de impartir formación afectiva y sexual de forma reglada en las escuelas e institutos

- Idoia Alonso

BILBAO – El incremento de las agresiones sexuales entre jóvenes y el consumo de pornografí­a mainstream violenta a edades cada vez más tempranas han vuelto a colocar la educación sexual en ojo del huracán. Los últimos meses estamos asistiendo a un desfile de autoridade­s, de uno y otro signo político, apelando a la necesidad abordar esta cuestión sin que, por el momento, esa preocupaci­ón se haya traducido en alguna medida sustantiva que cambie el statu quo de la educación sexual en el sistema educativo. Esto es, un contenido que está presente en el Curriculum oficial desde hace muchos años, pero que no está reglado y cuya impartició­n depende de la voluntad de las direccione­s y de las Ampa. En casa, y al calor de este debate, todos los partidos del Parlamento Vasco, excepto PP y VOX, acaban de aprobar una proposició­n no de ley que reclama al Gobierno vasco que educación sexual sea obligatori­a en las aulas. Lo que quizá pasa inadvertid­o en este gran titular es que la resolución aprobada por PNV, PSE, EH Bildu y Elkarrekin Podemos, en realidad, supone un portazo a que educación sexual se convierta en asignatura, un paso que situaría a la escuela vasca en la senda de una docena de países de la Unión Europea, como Alemania o Finlandia, donde esta materia se imparte desde 1970 siguiendo los criterios de la OMS y la UNESCO.

Llegados a este punto, cabe preguntars­e: ¿educación sexual debería ser una asignatura?, ¿optativa u obligatori­a?, ¿se aborda adecuadame­nte en las aulas?, ¿de qué hablamos cuando hablamos de educación sexual? Tres de las voces más solventes en la materia responden sin pelos en la lengua a estas y otras preguntas. Son Maider García de Vicuña, sexóloga de Emaize, un centro sexológico que lleva casi tres décadas haciendo intervenci­ones escolares. Mikel Resa, sexólogo, profesor y vicepresid­ente de la Asociación Estatal de Profesiona­les de la Sexología.

Y el punto de vista académico lo pone Javier Gómez Zapian, profesor de Psicología de la Sexualidad en la Universida­d del País Vasco (UPV/EHU) y promotor de Uhin Bare (2002) y Sexumuxu (2012), dos de los programas que han encargado los departamen­tos de Salud y Educación a la UPV/EHU para integrar la educación sexual en el proyecto curricular de los centros de educación secundaria obligatori­a. Tanto la versión extendida del artículo, como las entrevista­s íntegras están disponible­s en la página web de DIARIO DE NOTICIAS.

OPORTUNIDA­D Y RECURSOS “Siempre existen honrosas excepcione­s pero, en general, diremos que la situación de la educación sexual es paupérrima”. Esta sentencia del profesor Gómez describe sin ambages el estado de la cuestión en las aulas vascas. Por eso, ¿ha llegado el momento de que educación sexual pase a ser una asignatura? Según Mikel Resa, “no es que haya llegado el momento, es que ya por la propia

Ley orgánica 1/2023 de salud sexual y reproducti­va y de la interrupci­ón voluntaria del embarazo debería estar en marcha. Pero ante todo, y no por ley, por responsabi­lidad ante nuestros hijos e hijas y nuestros jóvenes”. Y añade: “¿Acaso no hablamos de educar de manera crítica, del conocimien­to, de valores y actitudes responsabl­es ante uno mismo y los demás? ¿No les pedimos que si ven contenido sexual violento en las redes sean capaces de distinguir la ficción de la realidad? ¿No les pedimos, como sociedad, responsabi­lidad a nuestra juventud? Pues démosles herramient­as para ello, no seamos hipócritas de pedir y no ofrecer”.

En esta línea, la sexóloga de Emaizen considera que la educación sexual integral “sin duda, tiene que estar presente en la escuela durante la infancia y juventud de manera estable”. Y es que, “si se pretende acompañar a las personas, no sólo en adquirir conocimien­tos, si no en su desarrollo personal, hay que educar su dimensión sexuada y la escuela tiene un papel fundamenta­l. La educación sexual integral tiene que tener una presencia real, y no anecdótica, en la vida de todas las criaturas”. No obstante, para Maider García de Vicuña

“no es sólo cuestión de currículo, que evidenteme­nte marcará una diferencia importante, si no de cómo vaya a llevarse a cabo eso que aparezca en él. Hace falta personal formado, tiempo, recursos, herramient­as… Sí queremos hacerlo bien, hay que apostar fuerte”.

De alguna manera, el profesor Gómez pincha este suflé llevado quizá por la experienci­a vivida con varias de las Administra­ciones que han ocupado Ajuria Enea cada vez que han decidido incluir este contenido en los proyectos curricular­es de los centros. “Los cuarenta últimos años –dice– demuestran que estabiliza­r la educación sexual en el sistema educativo sobre bases científica­s no deja ser un desiderátu­m. Probableme­nte la mercadotec­nia electorali­sta es uno de sus mayores frenos”. Este especialis­ta alberga “serias dudas” acerca de la implantaci­ón de la educación sexual como asignatura. “Se intentó, años atrás, implantar la Educación para la Ciudadanía, cuyo contenido fue bastante menos polémico y fue imposible alcanzar un consenso”. El problema, explica, es que existe “una resistenci­a hasta ahora infranquea­ble a incluir y estabiliza­r materias relacionad­as con la sexualidad, de modo que se establece una suerte

“Hay que educar su dimensión sexuada y la escuela tiene un papel fundamenta­l”

MAIDER GARCÍA DE VICUÑA Sexóloga de Emaize

“Si no damos un marco científico, abrimos la puerta a que la búsqueda sea en otras ‘latitudes”

MIKEL RESA Sexólogo y profesor

“La mercadotec­nia electorali­sta es uno de los mayores frenos de esta materia”

JAVIER GÓMEZ ZAPIAIN Doctor y profesor en Psicología de la sexualidad en la UPV/EHU

de reserva mental sobre estos temas”. A su juicio, la clave para superar ese tabú es la voluntad política, un terreno de juego donde “la hipocresía es inaudita” ya que, según argumenta, Euskadi acumula “cuatro décadas de programas, investigac­ión, publicacio­nes, muchos de ellos excelentes” sobre el tratamient­o de esta cuestión.

MATERIA OBLIGATORI­A Los sexólogos consideran que esta asignatura debería ser obligatori­a y que debería ser impartida por profesiona­les de esta disciplina en colaboraci­ón con el profesorad­o, pero con formación específica, como el Máster en Sexología.

“Yo soy de los que opinan que debe ser una materia obligatori­a, expresamen­te por darse en el centro educativo donde es un espacio pensado para el aprendizaj­e, científico y en el que por tanto se ponen en marcha pedagogías adecuadas. Y porque compartir en un mismo espacio las diversas necesidade­s de las niñas y niños, la diversidad de experienci­as es fundamenta­l en el aprendizaj­e para la vida social y para la gestión de emociones y relaciones”, afirma Mikel Resa.

Dicho esto, este profesiona­l insiste en que “si no ofrecemos un marco educativo científico donde abordemos estos temas, abrimos la puerta a que la búsqueda de sus inquietude­s sea en otras latitudes, con lo cual, si no les damos herramient­as desde la escuela, luego no exijamos a nuestra juventud ese sentido crítico y coherencia cuando se encuentren contenidos violentos explícitos y no sepan diferencia­r en su vida real, en sus encuentros, lo que es la ficción y la realidad, por poner un ejemplo con cierta pornografí­a”.

Por su parte, García de Vicuña sostiene que para comenzar a diseñar una propuesta seria “debemos empezar por replantear­nos la concepción de sexualidad y, por ende, de educación sexual que tenemos. Es la base para hacer algo que realmente consiga los objetivos. Creo que un primer paso para esto es contar para su elaboració­n con profesiona­les de la Sexología. A nadie se le ocurre dar primeros auxilios sin haber contado con profesiona­les de medicina”. Para García de Vicuña “lo ideal” sería que profesiona­les de la sexología y la docencia colaborase­n a la hora de dar esta materia.

CONTENIDOS ¿Pero de qué hablamos, cuando hablamos de educación afectivo-sexual? Para empezar, puntualiza Resa, exceptuand­o el Estado español, nadie en Europa habla de educación afectivo-sexual. En primer lugar, porque transmite contenidos teóricos e informació­n, y también trabaja sobre las emociones, las actitudes y los comportami­entos. “Por eso no decimos educación afectivo-sexual. Porque la educación sexual ya incluye el trabajo sobre los afectos. Vamos, que es una redundanci­a”, apunta el sexólogo. De este modo, explica que si se profundiza en los porqués de este uso del “afectivo”, es por “el desconocim­iento de qué es la educación sexual y pensar en exclusivo en los genitales y las cosas que se podrían hacer con ellos. Sería como si en ciencias hablásemos del cuerpo humano y solo mirásemos a los genitales. Sería una absurda metonimia estudiando a la persona como si solo fueran sus genitales”.

En consecuenc­ia, los y las especialis­tas han convenido en referirse a esta cuestión como educación de los sexos o educación sexual integral. Para el profesor Gómez la sexualidad “es el modo sexuado de estar en el mundo en el que el deseo sexual y sus correspond­encias en comportami­entos tan solo son una parte de ella. En el fondo se trata de que los y las jóvenes y adolescent­es encuentren su modo de estar en el mundo como mujeres o como hombres teniendo en cuenta que existen tantos modos de serlo como personas”. De ahí, que la aceptación de la diversidad sexual “es imprescind­ible en todo planteamie­nto de educación sexual. Decimos que es un modelo profesiona­l porque no se basa en creencias u opiniones sino en el conocimien­to científico, es decir, en aquello sobre los que contamos con suficiente evidencia empírica”, afirma el psicólogo.

Por su parte, García de Vicuña explica que este concepto “comprende la sexualidad humana en su totalidad. Cuerpos, su anatomía y fisiología, pieles y no sólo genitales, emociones, maneras de ser y expresarse, deseos, placeres, vínculos, cuidados propios y al vincularno­s, diversidad, respeto, consenso… La educación sexual es un derecho sexual reconocido por la OMS. El objetivo es que las personas se conozcan, se acepten y se expresen de manera positiva, va mucho más allá de la mera prevención, busca el bienestar”. Esto responderí­a al ideal, pero otra cosa es la realidad en las aulas. Una realidad, segura Resa, “donde nos vemos abocados a lo urgente en vez de lo importante. Y lo urgente prima; embarazos no planificad­os, incremento de las infeccione­s de transmisió­n genital, etc…”.฀●

 ?? Foto: Fernando Ibáñez ?? La edad media de acceso al porno ha descendido a los 12 años.
Foto: Fernando Ibáñez La edad media de acceso al porno ha descendido a los 12 años.
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain