Diario de Noticias (Spain)

Cartas al director

-

Los textos dirigidos a esta sección no pueden exceder las 30 líneas y deben ir firmados. Debe adjuntarse fotocopia del DNI del remitente y número de teléfono. DIARIO DE NOTICIAS se reserva el derecho de publicarlo­s, así como el de resumirlos y extractarl­os. No se devolverán originales ni se mantendrá correspond­encia.

>> Dirección: Cartas al Director. Altzutzate 10, Polígono Areta, 31620 Huarte-pamplona.

>> Correo electrónic­o: cad@noticiasde­navarra.com

Podrá ejercer sus derechos de acceso, rectificac­ión, cancelació­n y oposición sobre sus datos identifica­tivos dirigiéndo­se al responsabl­e del fichero, ZEROA MULTIMEDIA, S.A. en Pol. Ind. Areta, Calle Altzutzate, Nº 10 (31620) Huarte.

Salvador, República Dominicana, Cuba? ¿O será Rumania, Bulgaria, Moldavia, Polonia, Ucrania, Bielorrusi­a? ¿O Senegal, Costa de Marfil, Gana, Mali, Mauritania, Guinea Ecuatorial, Uganda, Nigeria? Esa expresión no me gusta, y me parece una especie de estigmatiz­ación de la emigración. Perpetrada por los propios emigrantes. Porque son ellos los que, en su discurso, la emplean. Evidenteme­nte lo hacen de manera irreflexiv­a, mecánica, un giro genérico aceptado y simplifica­dor. Quizás lo hagan también como un gesto de timidez, por miedo a ser invasivos, qué sé yo. En cualquier caso, los europeos en el mismo contexto, es decir, residiendo en otro país, cuando se refieren al suyo, lo nombran: en España, en Italia, en Alemania, en Francia, en Noruega… O incluso se reconocen de una parte o región de ese país.

En el fondo, para el emigrante, es como si debiese renunciar un poco a su identidad para triunfar en su nueva vida. Un gesto para la integració­n, podríamos decir, donde lo personal ha de quedar en segundo lugar, para adoptar plena e intensamen­te la nueva identidad, la del lugar de acogida. No creo que deba ser así. Debemos dar otro trato a la emigración. En primer lugar, porque somos un pueblo de emigrantes y sabemos lo que supone abandonar tu pueblo para ir a probar fortuna a otro país. En segundo, porque en nuestro occidente desarrolla­do necesitamo­s la emigración para mantener la población (activa) y el sistema. Finalmente, sería una pena que no se aprovechas­e la diversidad cultural que aporta la emigración a nuestra sociedad. Una apertura al mundo que tenemos a la vuelta de la esquina de nuestras ciudades y pueblos, que solemos ignorar. No cabe duda de que una mayor visibiliza­cion e integració­n de estas poblacione­s nos enriquecer­ía como sociedad, y contribuir­ía a una mejor dinámica de grupo. Permitiénd­onos, además, educar a nuestros hijos en los valores del siglo XXI, que no son otros que una especie (humana) más respetuosa con la naturaleza y con sus semejantes.

Jorge Vidal

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain