Pipicán para chihuahuas
Estos días, ante el asombro y cabreo de los vecinos, y sobre todo de los propietarios de perros, están instalando en la campa anexa al señorío Eulza el nuevo pipicán tan esperado desde hace más de cuatro años.
Digo asombro y cabreo porque los propios vecinos usuarios de los pipicanes nos hemos quedado indignados al ver las dimensiones del recinto vallado que están instalando.
Las dimensiones son ridículas, tanto de largo como de ancho, ya que si lanzas una pelota a tu perro, acabarás sacándola fuera del vallado. ¿Tan difícil era hacer un pipicán en condiciones? Un pipicán que podría haber sido el mejor y más amplio de toda la comarca de Pamplona/iruña. Incluso se podría haber hecho un circuito de agility, será por sitio en esa campa... Ni siquiera UPN ha presentado el proyecto a los vecinos ni han sido capaces de abrir un proceso participativo para que los usuarios expongan ideas y sea debatido en asamblea. Tampoco han tenido en cuenta la cantidad de vecinos nuevos con perros que vendrán a Barañáin en cuanto se termine la construcción de los pisos que se están haciendo en la zona. Los propios concejales del resto de grupos con representación en el ayuntamiento tampoco han sido informados ni del proyecto ni de las medidas que este nuevo pipicán va a tener.
En definitiva, un pipicán ridículo, sin árboles que den sombra en los calurosos días de verano, un pipicán en el que no van a poder correr y desfogar nuestros perros y que supuestamente es el que va a sustituir al existente en la trasera del colegio Eulza.
Nos sentimos indignados, abandonados y engañados una vez más por parte del actual equipo de gobierno en el ayuntamiento. Un equipo de gobierno que está dando mucho de qué hablar, pero,
Dice el tango que 20 años no es nada. Depende; para pedir perdón, son demasiados.
Aunque el 11-M nos dejó el alma desolada, el PP aún sigue sin arrepentirse por la indignidad del engaño sostenido y su infame gestión política. Al dolor de las víctimas, el miedo, el silencio, la incertidumbre y la rabia, se añadió en aquel aciago día la iniquidad de ver cómo una gran mentira que nos metió en una guerra, nos llevó a otra gran mentira sobre la autoría de la matanza para obtener rédito electoral. El Gobierno de Aznar se desentendió de las víctimas y de los españoles, y calculó que si la gente creía que había sido ETA podría obtener la victoria; pero si el atentado había tenido origen en el trío de las Azores y su apoyo a la guerra de Irak, las perdería. Optaron por ser la encarnación de la miseria política y continuaron con la crispación social al mantener, primero la mentira, y después extendiendo la teoría de la conspiración con ayuda de la caverna mediática. Aznar ha dejado claro que no solo no se arrepiente, sino que quiere que le imploremos perdón. Durante el aniversario, el PP manifestó su incomodidad. Pues haber pedido perdón público para no estarlo; que el perdón redime. Miguel Fernández-palacios