La Dolorosa se traslada esta tarde desde la iglesia de San Lorenzo a la Catedral
Nuestra Señora de la Soledad es el único paso de la Semana Santa de propiedad municipal
PAMPLONA – Hoy a las 20.45 horas tendrá lugar el traslado de La Dolorosa desde la iglesia de San Lorenzo hasta la Catedral. Cofrades de la Hermandad de la Paz y la Caridad serán los encargados de portar el paso a través de la calle Mayor, San Saturnino, Plaza Consistorial, Mercaderes y Curia hasta llegar al templo de la zona alta de la Navarrería. Tanto la imagen y sus ropajes, como sus andas procesionales y resto de elementos del paso son bienes patrimoniales del Consistorio. Una vez en la catedral la imagen quedará expuesta hasta el 29 de marzo. Ese día, Viernes Santo, el paso se sumará, a las 19.30 horas, a la comitiva de la procesión del Santo Entierro. Al finalizar la imagen retornará a San Lorenzo, el templo que alberga la imagen todo el año. Este 2024 el paso, compuesto por la imagen, las andas y las torretas de velas, se trasladará con algunas tulipas menos. La composición de velas y tulipas fue diseñada por Víctor Eusa en 1951. Tras años desmontadas, en 2000 se recuperaron las cuatro torretas de las esquinas del paso, y en 2016 se retiraron al presentar problemas de estabilidad en el anclaje. Recuperadas en 2022, tras la pandemia, se detectó que una de ellas seguía estando inestable por lo que se ha tomado la decisión de desmontar algunas de las tulipas preventivamente.
PATRIMONIO DE LA CIUDAD La Dolorosa es la imagen más antigua de entre los pasos de la Semana Santa pamplonesa y el único de propiedad municipal. El proceso comenzó al hilo del legado testamentario de 10.000 reales de Sofía Villanueva Armendáriz, pamplonesa residente en Tolosa, que tenía como destino un nuevo manto para La Dolorosa de la iglesia de San Agustín. Esa previsión movió al Ayuntamiento a renovar por completo la imagen, que se le encargó a Rosendo Nobas i Ballbé (Barcelona, 1838-1891), un escultor especializado en imágenes religiosas, retratos y escultura funeraria. Todas las partes de Nuestra Señora de la Soledad son obra del mismo autor, pese a que las piezas se realizaron por separado. En 1883 el Ayuntamiento pagó por ella 200 pesetas, más otras 48 pesetas en concepto de embalaje y transporte desde el taller del escultor. El manto original pertenecía a la casa Roca y Casadevall y costó 9.600 reales. La imagen tiene una altura de 166 cm y pesa casi una tonelada, hasta 1,2 toneladas cuando se mueve acompañada por las luminarias (torretas).