AL ATP TUDELANO LE FALTA ACIERTO
TABLAS LOS BLANQUILLOS RESCATAN UN PUNTO EN VALDEPEÑAS CON UN TANTO EN PROPIA DE NANO (3-3)
VALDEPEÑAS – La falta de acierto en el último remate condenó al ATP Tudelano a tener que conformarse con el empate en su visita a Valdepeñas. Un empate con sabor agridulce para los de Juanma Marrube, que siguen inmersos en la lucha por eludir los puestos de descenso y que se van con la sensación de haber merecido más, al menos en la segunda mitad del encuentro, en la que fueron superiores a los manchegos.
Comenzaba el encuentro con dos equipos que no acababan de dar un paso adelante, sin embargo, apenas se había cumplido el minuto 3 de juego cuando Abassi adelantaba a Valdepeñas en su primera llegada al área contraria batiendo por bajo a Joao. Trataba de rehacerse Ribera
Navarra, Espín y Carlos merodeaban el área contraria, pero lo cierto era que ATP Tudelano seguía sin jugar bien, le costaba combinar y apenas conseguía llegar al área contraria. Tampoco lo hacía Valdepeñas pero, mucho más acertado, el equipo local ampliaba su ventaja en la que era su tercera llegada, en el minuto 18, en un remate de Pol Pacheco.
Tras el descanso la dinámica del partido cambió por completo. Los de Juanma Marrube parecían un equipo distinto, con más solidez, con mayor presencia y era Anás en el minuto 25. Robaba el balón el marroquí en posición defensiva y conseguía llegar hasta el área contraria para batir a Álex con un disparo seco ajustado al palo.
Con el 2-1 en el luminoso Ribera Navarra seguía teniendo el control del esférico y mantenía a Viña Albali Valdepeñas encerrado en su área. Seguía generando peligro el conjunto de Juanma Marrube, pero Gabi volvía a desaprovechar una buena ocasión en el 28 y en el 30 era Carlos el que no conseguía batir a Álex. Insistían los navarros, y era de nuevo Anás el que conseguía mover el electrónico en el minuto 32, en una jugada personal en la que batía a Álex a bocajarro. Duraba poco la alegría y Valdepeñas se mostraba extremadamente acertado para poner el 3-2 a falta de cinco minutos para el final. No se lo pensó Marrube, que ordenó a Espín colocarse la camiseta de portero jugador. Se resistía el gol, que finalmente llegaba a 40 segundos para el final cuando Nano, al tratar de despejar el balón, lo colaba en su propia puerta.