El 54% de los residuos van a reciclado o reutilización
Se destinaron un 8% menos de residuos que en 2022 a vertederos, los cuales recaudan 5 millones al año
PAMPLONA – En el año 2023 la Comunidad Foral alcanzó el récord de residuos recogidos de manera separada y además, también registró también la cifra más alta hasta ahora de residuos destinados a reciclado o preparación para su reutilización, destinando a esta función el 54% de los residuos, es decir, 148.300 toneladas. En el global, se destinó un 3% más por persona a preparación para reutilización y reciclado, lo que supone más el doble que en 2010. Del total, el 50% fue destinado a reciclado y el 0,4% restante a preparación para su reutilización, entre los que se engloban residuos voluminosos, aparatos eléctricos o electrónicos y textiles. Respecto a estos segundos que actualmente se sitúan en el 0,4%, el objetivo para 2025 es alcanzar el 5%, el 10% en 2030 y 15% en 2035. El director del Servicio de Residuos, Raúl Salanueva, explicó que “Navarra está muy cerca del objetivo para 2025, que es el 55%, pero dentro de este el 5% tiene que ser de preparación para la reutilización y ahí es donde hay más problema” y añadió que “tenemos los objetivos muy cerca, pero el porcentaje de preparación para reutilización es todavía pequeño. Sin embargo, con las próximas iniciativas de las mancomunidades se van a reducir notablemente”.
MENOS RESIDUOS A LOS VERTEDEROS El aumento de la recogida separada y del reciclado se ven reflejadas en la cantidad de residuos que son tratados en vertedero, cifra que en el año 2023 tuvo un descenso del 8% respecto al 2022, y un 32% menos que en 2010. En total se destinaron al vertedero el 46% de los residuos generados en el último año (126.500 toneladas), lo que supone 189 kilos por persona. “Parecía impensable dar la vuelta a la situación y lo estamos haciendo” aseguró Salanueva haciendo referencia a que en 2010 el 63% de los residuos fueron al vertedero, el 2023 fue el 46% y previsto para 2035 el 10%. La Comunidad Foral cuenta con once vertederos, todos para residuos no peligrosos y gracias al impuesto al vertido, recaudan 5 millones de euros de manera anual. “Es un impuesto que nació para desaparecer, porque lo que recauda se destina a la promoción de otros métodos”, destacó Salanueva.