La Ertzaintza refuerza la protección de candidatos tras el ataque a Pradales
La policía autonómica descarta que la agresión, que dejó ciego al jeltzale durante 10 minutos, tenga motivación política
PAMPLONA – Imanol Pradales se toma la agresión que ha sufrido como un incidente aislado que no representa a la mayoría de la sociedad vasca. El candidato del PNV a lehendakari fue atacado el martes en Barakaldo con un espray de pimienta a la salida de un mitin, en un contexto de campaña donde prima el contacto con la sociedad y los vecinos, y se multiplican las situaciones impredecibles.
El agresor se aprovechó de la buena fe y la cercanía que le mostró el candidato jeltzale, que se le acercó para escuchar mejor lo que tenía que decirle, y le roció los ojos en ese momento. No tenía motivaciones políticas y se le conoce un amplio historial de antecedentes por hurto y lesiones. El atacante fue detenido inmediatamente después. Aunque el candidato ya contaba con protección y el episodio quedó rápidamente bajo control sin detectar motivaciones políticas, la Ertzaintza ha decidido evaluar el nivel de seguridad que tienen los aspirantes y reforzar las medidas para todos, para evitar en la medida de lo posible que se repita algo similar. Se trata de hacer compatible la vida de campaña con la seguridad. Este no es un episodio inédito en la política del entorno, y ya lo sufrió en propias carnes Mariano Rajoy en 2015 con el puñetazo que recibió en pleno paseo electoral. En el caso vasco, todos los partidos políticos tienen su propia seguridad, y la Ertzaintza, por su parte, se acerca al lugar del mitin antes, durante y después de los actos.
RECONSTRUCCIÓN DE LA AGRESIÓN Aunque Pradales ha sido el primero en minimizar lo sucedido, ver lo ocurrido con perspectiva no le quita ni un ápice del disgusto y la ansiedad con la que vivieron él y su familia ese ataque. El candidato del PNV había participado unos minutos antes en el tradicional mitin de Barakaldo. Se marchó antes de tiempo, nada más pronunciar su discurso, porque tenía que preparar el debate que comenzaría a las 22.15 de la noche en ETB-2. Eran aproximadamente las 19.30 de la tarde. Pradales se dirigía a su coche cuando su atacante se le acercó y “balbuceó algo”, según relató él mismo en las entrevistas ofrecidas en TVE y la Cope. Se acercó a él para escuchar qué decía y fue entonces cuando le roció en el ojo izquierdo y, cuando se retiró, el espray le cayó en el otro lado de la cara. “Prácticamente estuve 10 minutos ciego”, relató Pradales. El voluntario que lo acompañaba también resultó herido. En aquel momento, dos personas asistieron a Pradales, que no veía absolutamente nada, y lo llevaron a un bar para que pudiera lavarse los ojos. Lo acompañaron igualmente al hospital de Cruces. “Estaba completamente ciego”, relató. Los allí presentes relatan un gran tumulto, y se escuchó cargar al agresor contra una decisión administrativa que le quitó la custodia de sus hijos, cuestión que no se confirma oficialmente.
Finalmente, Pradales participó, pese a no tener visión en el ojo izquierdo, en el debate de ETB-2 antes de acudir a la comisaría de la Ertzaintza en Portugalete para interponer la denuncia.