SUSANA Y PEDRO, RIVALES
Habrá que estar pendientes de la campaña de Teresa Rodríguez, muy distanciada de Pablo Iglesias y que ha ganado todas las confrontaciones con la dirección nacional. Adelante Andalucía ha sufrido un importante trasvase de votos al PSOE, pero confía en detener esa hemorragia y mejorar los resultados anteriores.
Es Susana Díaz la que ha elegido la fecha, y en buena ley hay que deducir que cree que es el mejor momento para ella. El desgaste del Ejecutivo de Sánchez le perjudica, así como que sus apoyos sean Podemos y los independentistas, que dos ministros hayan dimitido y que la situación de la titular de Justicia sea un escándalo excepto para Pedro Sánchez. Éste participará en la campaña lo indispensable, las relaciones con Dí- az son inexistentes. Pero ella no puede olvidar que en las primarias, con Sánchez como rival, el actual presidente logró el 30% de los votos andaluces... Y no sabe la presidenta si en las autonómicas esos votos irán al PSOE siendo ella candidata, o para la abstención.
Por otra parte, Díaz tiene también sus propios fantasmas: el caso de los ERE o de los fondos de dinero público de la Faffe gastados en puticlubs le afectan menos de lo que gustaría a la oposición, entre otras razones porque ella no ocupaba altos cargos cuando se produjeron los hechos; pero sí le afecta el malestar por la mala gestión de su Gobierno en las dos áreas más sensibles: sanidad y educación.
El 2-D hay elecciones en Andalucía. El resultado es impredecible pero las consecuencias las conoce todo el mundo: si Díaz pierde el Gobierno, se resentirá fuertemente el voto socialista nacional, fundamental para que Sánchez se mantenga en el Ejecutivo cuando se celebren las generales. Andalucía es todavía la principal cantera del PSOE... con la que sueñan PP y Cs. Y ésta es su oportunidad para hacerse con ella.