El premio al riesgo atrás
● El Sevilla superó la presión alta del Valencia combinando desde su área
No era el mejor Valencia que podía tener enfrente, por el momento de crisis del equipo de Mestalla y por la elección del once de Javi Gracia.
Pero el Sevilla sacó con nota un pleito cuya incertidumbre estriba en que no hay margen de error. Aun así, el equipo de Julen Lopetegui asumió ese error desde el principio y superó a la presión alta de su rival con un juego combinativo desde su misma área, con Bono incluso repartiendo juego y los medios cayendo a distribuir y construir desde dentro hacia fuera.
El 2-0, desde que salvó Acuña el fuera de banda, el apoyo de Joan Jordán a Sergi Gómez en el área, la salida de Jesús Navas hacia la banda de Acuña, el gran pase de Munir, el excelso toque de Suso y el remate sobre la marcha de De Jong, fue un monumento a ese fútbol de ganar metros combinando desde atrás, participaron los 11 en en 37 toques. También hubo cambios de orientación, diagonales largas. Ahí, De Jong otra vez un buen apoyo, además de que cumplió su rol con sus dos tantos. Y Suso se erigió en el organizador de la fase final del juego, mientras Joan Jordán y Rakitic se escalonaban en la salida desde el área propia.
Luego se relajó algo el equipo, también porque los cambios –el borrón fue no quitar antes a Jesús Navas– no le dieron tanta continuidad a esa opción de juego y porque el margen del marcador, con un rotundo 3-0 al descanso y una insultante superioridad en el césped, lo invitó a contemporizar y guardar fuerzas.
DEFENSA
Salvo algunas dudas iniciales, ante la valiente salida a presionar arriba del Valencia, la zaga estuvo segura tanto en la apuesta de arriesgar el balón como en las vigilancias. Quizá algún centro lateral creó problemas, sin llegar a mayores. La implicación de los mediocampistas, también de los extremos, Suso y Munir, en los robos fue constante. Y los repliegues estuvieron bien coordinados, con buenas coberturas y continua concentración tras las pérdidas.
ATAQUE
El momento de forma de Suso invita al equipo a depositar en él la mayor parte de la finalización del juego ofensivo, ya fuera en paredes y apoyos o ya fuera en recortes, pases interiores y centros. Los laterales se ofrecieron para los cambios de orientación, desarbolando la basculación del Valencia. Y fue ese riesgo asumido desde atrás, con Bono sin ponerse nervioso nunca, lo que terminó de romper al Valencia.
Rakitic y Joan Jordán encontraron las vías por dentro, ante un rival que se vencía una vez superada su primera línea de presión, por las constantes combinaciones en corto o esos cambios de orientación. El Sevilla marcó en tres facetas distintas: a balón parado, en la combinación más larga de esta temporada de todos los equipos españoles y con juego más directo en el exquisito gol de Rakitic.
VIRTUDES
Perseverar en el riesgo desde atrás, pese a las dudas iniciales.
TALÓN DE AQUILES
Bajó el ritmo con los suplentes.