Diario de Sevilla

Quema un bloque de Los Pajaritos y los vecinos lo intentan linchar

- Fernando Pérez Ávila

La Policía detiene al pirómano, que pudo actuar en venganza por una pelea anterior

Un desequilib­rado intentó ayer por la tarde incendiar un bloque de Los Pajaritos. No sólo no lo consiguió, sino que fue agredido por los vecinos, que lo intercepta­ron cuando huía. Tuvo suerte de que había un control cerca de la Policía Nacional, que lo detuvo e impidió que resultara herido de gravedad. Los hechos ocurrieron sobre las siete de la tarde de ayer en un bloque de la calle Gavilán, donde reside el presunto incendiari­o, de 41 años, al que todos los vecinos conocen con el sobrenombr­e del Loco. Los residentes en el barrio aseguran que es una persona que padece algún tipo de enfermedad mental.

No es la primera vez que protagoniz­aba algún incidente en Los Pajaritos. Cuentan que el pasado verano se echó a la calle con un chándal de estilo militar y dos cuchillos y amenazaba con cortar a todo el que se encontraba en su camino. “Se solía quedar mirando a la gente fijamente. Alguna vez le he dicho algo cuando se nos ha quedado mirando así”, aseguraba una persona que tuvo un roce con él hace tiempo. Quién sabe lo que se le pasó por la mente ayer por la tarde para prender fuego al piso en el que vive, en una tercera planta. Dicen algunos vecinos que además colocó una bombona de butano en la puerta, con la intención de que ésta explotara.

Después se marchó del bloque, dejando la vivienda en llamas. Una mujer estaba atrapada en el incendio. Fuentes policiales aseguraron a este periódico que esta mujer estaba en el piso incendiado, si bien los vecinos sostienen que se trataba de la mujer de la vivienda de enfrente, que no podía salir de su casa porque las llamas y el humo se acumulaban en el rellano y le impedían bajar la escalera del bloque. Finalmente, la mujer pudo llegar hasta la calle por su propio pie y sin que resultara herida. Lo que sí ha quedado descartado es que hubiera algún tipo de relación entre el incendiari­o y la mujer, así como de que se tratara de algún suceso relacionad­o con la violencia de género.

En el momento del incendio había mucha gente en la calle, por lo que los Bomberos fueron avisados rápidament­e. Llegaron en unos minutos y sofocaron las llamas sin que el incendio llegara a mayores. El pirómano se intentó marchar pero fue abordado por algunos vecinos, que le recriminar­on lo que acababa de hacer. Algunos de ellos comenzaron a propinarle golpes. Un grupo de niños salieron corriendo a avisar a la Policía. Varios furgones de la Unidad de Intervenci­ón Policial (UIP), los antidistur­bios, conocidos en la Policía como los Lobos, estaban realizando un control muy cerca del lugar de los hechos. Los agentes llegaron muy rápido y detuvieron al sospechoso. Éste se quejó a los policías de que le habían pegado.

El hombre fue detenido como presunto autor del incendio. La Policía investiga ahora los hechos. Todo apunta a que se produjo una pelea previa en una plaza del barrio y el perturbado quemó su casa por venganza o represalia­s hacia sus vecinos. Los residentes apuntaron que esta riña se produjo un poco antes del fuego, cuando el sospechoso se dirigió a un grupo de personas que estaban fumando una cachimba y les partió la pipa de agua.

 ?? JUAN CARLOS MUÑOZ ?? Policías nacionales desplegado­s en la calle Gavilán poco después del incendio.
JUAN CARLOS MUÑOZ Policías nacionales desplegado­s en la calle Gavilán poco después del incendio.

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