Johnson visita Escocia para reivindicar la unidad británica ante la pandemia
El viaje del primer ministro británico no ha sido bien recibido por la jefa del Gobierno escocés, Nicola Sturgeon, que lo considera innecesario en momentos de fuertes restricciones
El primer ministro británico, Boris Johnson, se desplazó ayer a Escocia en apoyo a la unidad de las naciones del Reino Unido ante la pandemia del coronavirus, en momentos de alza del fervor independentista escocés.
Con guantes, mascarilla y bata protectora, el jefe del Gobierno conservador visitó ayer el laboratorio Lighthouse del hospital Universitario de Glasgow, donde se procesan test de Covid-19, para hablar con el personal sanitario a cargo de estas pruebas.
La visita de Johnson, no obstante, no ha sido bien recibida por parte de la ministra principal de Escocia, la nacionalista Nicola Sturgeon, que consideró innecesario este viaje en momentos de fuertes restricciones para contener la epidemia en el Reino Unido.
Con su visita a Glasgow, la ciudad más favorable a la independencia escocesa, Johnson quiso destacar cuán esencial es la unión de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte para contener el coronavirus y apoyar el programa de vacunación de la población, según afirmaron ayer fuentes oficiales británicas.
El político resaltó, en unas declaraciones a los medios, el “gran beneficio de la cooperación entre todo el Reino Unido”, pero que es “más claro” aún desde el comienzo de la pandemia.
Según él, las regiones se unieron para hacer frente al virus y aportar “8.600 millones de libras (9.709 millones de euros) al Gobierno escocés a fin de apoyar a los servicios públicos mientras se protegen los empleos de más de 930.000 ciudadanos en Escocia”.
“Tenemos un programa de vacunación desarrollado en un laboratorio de Oxford que está siendo administrado en todo el Reino Unido por nuestras fuerzas armadas, que están ayudando a establecer 80 nuevos centros de vacunación en toda Escocia”, dijo. Al resaltar la unión, Johnson insistió en que los escoceses han trabajado juntos ante la crisis, “desde nuestros médicos y enfermeros en nuestros hospitales hasta los empleados de tiendas, científicos, transportistas y maestros”.
Además de Escocia, el primer ministro ya visitó varios hospitales donde se está vacunando en otras localidades británicas, así como la planta galesa de Wrexham, donde se produce y almacena la vacuna contra el Covid-19 de la farmacéutica AstraZeneca.
La independentista Sturgeon se mostró en contra de esta visita y recordó que ella evitó desplazarse a otros lugares de la región ante las actuales recomendaciones de no viajar por la pandemia.
La llegada de Johnson a Escocia, la primera en más de cinco meses, se produce cuando los sondeos apuntan a un aumento del interés por la independencia escocesa.
Una encuesta publicada el domingo en el Sunday Times, hecha entre 1.206 adultos en Escocia, señaló que el 49% de los consultados está a favor de la escisión frente al 44% que respondió que no, mientras que un 7% no se pronunció.
El líder de la oposición laborista, Keir Starmer, expresó su respaldo a este viaje y recalcó que Johnson “es el primer ministro del Reino Unido. Es importante que viaje para ver lo que está ocurriendo sobre el terreno”.
La ministra principal ya adelantó su intención de impulsar la convocatoria de un segundo referéndum sobre la independencia de Escocia, una vez superada la pandemia, si obtiene mayoría en las elecciones de mayo al Parlamento autonómico de Edimburgo.
Sturgeon confía en ampliar el número de escaños –de 61– en el Parlamento de Holyrood, compuesto por 129 asientos, y conseguir una mayoría suficiente, con el apoyo de los Verdes (proindependentistas), para fundamentar su plan de escisión. No obstante, necesitará primero la aprobación del Ejecutivo de Westminster para sacar adelante su plan.
Los sondeos apuntan a un incremento del interés por la independencia escocesa