El IAPH no ve justificado sustituir el palio de la Virgen del Valle
● La institución patrimonial pública presenta el informe definitivo sobre la histórica obra
El Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) trasladó hace unos días a la Hermandad del Valle el Proyecto de Restauración y Conservación del Palio de Nuestra Señora del Valle, que fue acordado en Cabildo General en febrero del pasado año. La realización de este proyecto permitió el estudio en profundidad del bien en todos sus aspectos materiales, técnicos, de intervenciones y patologías, gracias a la aportación de los estudios científico-técnicos realizados, disponiendo de una gran cantidad de información que hasta el momento no se tenía de esta obra, que ha permitido establecer la aproximación y correcta adscripción tipo cronológica de las diferentes épocas y su diagnóstico.
Después del estudio realizado en el palio, el diagnóstico establece que a pesar de las alteraciones detectadas, el actual soporte del palio permite seguir cumpliendo provisionalmente y de forma puntual su función y no se encuentra justificada su sustitución, en base al criterio de salvaguarda del mayor número posible de los valores del palio.
La pieza, creada en el siglo XVIII, motivó un documento de más de un centenar de páginas en el que el IAPH hace una extensa memoria descriptiva y crea un programa de mantenimiento y conservación. Aparte, anexa estudios históricos, culturales, tipocronológicos y de caracterización de metales. Para el IAPH, “el palio procesional de la Virgen del Valle es un bien patrimonial, portador de un interés técnico, material y conservativo que lo individualizan del resto de los palios procesionales empleados en la Semana Santa de Sevilla”. Una afirmación que pone de manifiesto su valor y la necesidad de conservarlo con mimo. No obstante, los profesionales que lo componen son conscientes de que “cualquier intervención en una obra tan singular y provista de este alto grado de valores, requiere de un estudio pormenorizado de la misma que despeje las incógnitas que suscite la posible intervención, mediante soluciones críticas y ref lexionadas, de compatibilidad en la defensa de los valores”.
Las alteraciones detectadas en el palio, según el IAPH, están causadas por su uso en salidas procesionales, en cultos o su exposición pública, pero sobre todo por las diferentes actuaciones a las que se ha visto sometido a lo largo de su historia material por los sucesivos pasados y aplicación de nuevos elementos. A todo ello se une el proceso natural de envejecimiento de las fibras, que puede llegar a acelerarse en unas condiciones inadecuadas. Dichas alteraciones son pormenorizadas según su tipología: fragilidad, lagunas, roturas, deformaciones, hilos sueltos, alteración del metal, depósitos, alteración cromática, descosidos, desgastes, suciedad y alteraciones en los marfiles y metales del Espíritu Santo.
El IAPH explica en su informe que las alteraciones presentes afectan básicamente a su morfología y estética, así como a su materialidad conservativa. En el plano morfológico, las alteraciones del techo se detectan en las adiciones posteriores a la manufactura original de la obra, conservándose tan sólo la aureola central de rayos ondulantes, a lo que se unen descuadres en la composición. En las bambalinas se observa un aumento del volumen de los sucesivos motivos adicionados, con perfilados evidentes y bordados muy diferentes a los de origen, que alteran la imagen inicial y por tanto su morfología y estética.
A todo ello hay que añadir la modificación estética que suponen las lagunas del pelo del terciopelo que aparecen en color oscuro. En el plano conservativo, el soporte de terciopelo del techo y las bambalinas presenta alteraciones evidentes, entre las que destacan los efectos provocados por la pintura con que se impregnaron las lagunas del pelo del terciopelo, así como las numerosas fijaciones con adhesivos, tanto de hilos como de bordados, cuya total eliminación resulta casi irreversible. También se destacan las numerosas adiciones de bordado superpuesto en las distintas etapas de su historia, que han sido realizadas sobre la inmediata anterior, en algunos casos, solapando a ras del perímetro y aplastándolo directamente. Se produce por tanto, en el caso de las hojillas más antiguas, mayor fragilidad del hilo de fijación y se generan levantamientos y pérdidas.
Respecto a los bordados, se establece que someter a la obra a una nueva intervención, que contemple la eliminación de alguno de sus estratos, implica un riesgo para la salvaguarda de los valores materiales identificados en la obra.
Esta pieza del siglo XVIII motivó un documento de más de un centenar de páginas