Birmania impone la ley marcial ante las crecientes protestas
El país quedó ayer prácticamente paralizado por una huelga general de trabajadores
La junta militar de Birmania impuso ayer la ley marcial en varias ciudades en respuesta a las manifestaciones que por tercer día consecutivo inundaron las calles del país para protestar contra el golpe de Estado del lunes pasado.
Después de que el país quedara ayer prácticamente paralizado por una huelga general de trabajadores y protestas masivas, los militares declararon la ley marcial en al menos seis localidades, en las que se impone un toque de queda y se prohíben reuniones de más de cinco personas y discursos públicos.
La medida, que afecta a varios distritos de Rangún, la mayor ciudad y el centro económico del país, entró en vigor ayer también en Mandalay, Monywa, Loikaw, Hpsaung y Myaungmya.
El anuncio llegó después de que los militares, a través del canal de la televisión estatal MRTV, amenazaran con tomar acciones contra los manifestantes y les acusaran de dañar la estabilidad del país, la seguridad y el Estado de derecho.
Hasta ahora, los medios estatales o próximos al Ejército habían evitado cualquier noticia sobre las movilizaciones pacíficas contra los uniformados y el anuncio hace temer una escalada de detenciones y la represión policial.
En su primer discurso a la nación, el jefe de las Fuerzas Armadas, Min Aung Hlaing, pidió ayer a los birmanos que permanezcan “unidos como país” y se fijen “en los hechos y no en las emociones”.