El Valme aplica con éxito una técnica pionera para eliminar tumores benignos de próstata
● Urólogos del hospital utilizan por primera vez en Andalucía un nuevo abordaje quirúrgico de esta patología con cirugía laparoscópica
Más rápida, bastante menos invasiva y novedosa. La cirugía de mínima invasión se ha convertido en una estrategia asistencial de máxima relevancia dentro del campo de la Urología.
Un equipo de especialistas del Hospital de Valme ha realizado recientemente con éxito un nuevo abordaje quirúrgico de la hiperplasia benigna de próstata, aplicando de forma innovadora la técnica laparoscópica que permite extirpar tumores benignos sin necesidad de utilizar el bisturí, quitando la mínima porción del órgano, y reduciendo las posibles complicaciones y el número de días que el paciente debe permanecer ingresado después de la intervención.
“El principal logro lo constituyen los satisfactorios resultados obtenidos en un paciente de 66 años, con una hora y media de quirófano, sin complicaciones posquirúrgicas y sólo 48 horas de ingreso hospitalario”, explica el doctor Juan Leal Lombardo, urólogo que ha realizado la inter vención quirúrgica en el Valme, que se convierte en el primer centro en Andalucía donde se ha desarrollado este abordaje. El facultativo destaca lo positivo, pero también pone en valor la elevada complejidad de la intervención determinada por “su difícil curva de aprendizaje, alta precisión y especialización para que los urólogos la materialicen”.
La hiperplasia benigna o adenoma de próstata es una enfermedad habitual en los hombres a partir de los 50 años, cuya incidencia se ha incrementado al aumentar la esperanza de vida. Consiste en un aumento del tamaño de la próstata que presiona la uretra y dificulta la salida de orina y supone un alto porcentaje del global de la patología urológica, cuya dolencia merma la calidad de vida.
Su causa no está aún bien definida y se manifiesta a través de dificultades para orinar y sensación de ardor o dolor; una urgencia fuerte y frecuente de miccionar, aún cuando sólo haya una cantidad pequeña de orina; escalofríos y fiebre alta; dolor en la espalda inferior o dolores en el cuerpo, así como bajo el vientre, en las ingles o detrás del escroto.
A priori, es una dolencia benigna, pero requiere tratamiento. Y cuanto antes, mejor. Es por ello que los especialistas consideran fundamental un diagnóstico precoz con el objetivo de evitar futuras complicaciones y descartar otras enfermedades, de ahí que los especialistas insistan en la recomendación de acudir al médico ante cualquier síntoma y someterse a una revisión anual a partir de esa media de edad.
La aplicación de la laparoscopia al tratamiento quirúrgico de esta patolología está indicada en casos excepcionales de pacientes con próstatas de gran volumen. Este hecho condiciona que dejen de ser candaditos a cirugía endoscópica transuretral y el manejo habitual sea a través de la cirugía abierta.
Por tanto, la adenomectomía prostática laparoscópica, denominación que recibe este procedimiento, supone una alternativa a la práctica clínica habitual con el aporte de numerosas ventajas y beneficios asistenciales frente a la cirugía abierta: menos complicaciones posquirúrgicas, tales como infecciones o transfusiones sanguíneas, menos dolor, más pronta recuperación y menos estancia hospitalaria, reduciendo de una semana a dos días. Una ventaja, esta última, que se traduce en el contexto sanitario actual con un valor añadido, dado que suma la alta resolución en tiempos de pandemia, donde es prioritaria la disponibilidad de recursos en hospitalización, al reducir en un 70% el tiempo del ingreso posoperatorio.
El doctor Leal Lombardo también añade como factor positivo el no requerimiento de inversión en material o equipamiento electromédico de vanguardia para la aplicación de esta innovación quirúrgica, dado que su instauración se centra en la experiencia y alta capacitación del urólogo para materializar esta cirugía.
Asimismo, este equipo de profesionales destaca “cómo a través de esta intervención se permite ampliar el campo de las posibilidades de la cirugía mínimamente invasiva, sumando beneficios en eficacia, eficiencia y calidad asistenciales”.
LA LAPAROSCOPIA GANA TERRENO
El abordaje quirúrgico por vía laparoscópica supone además un reto técnico importante, puesto que a través de una elevada capacitación profesional se logra sustituir a la cirugía convencional por las ventajas aportadas por técnicas menos agresivas. Durante la última década, el servicio de Urología de este centro, dirigido por Carlos Reina, ha incorporado técnicas novedosas mediante una alta cualificación profesional en beneficio de los pacientes.
Recientemente, materializó otro gran avance en cirugía renal mínimamente invasiva a través de la aplicación de una novedosa técnica laparoscópica, la retroperitoneoscopia. Se trata de un abordaje que sustituye el acceso a través de la cavidad abdominal por la posterior del abdomen o lumbar mediante el espacio del retroperitoneo que da nombre a esta técnica.
El Hospital de Valme cuenta en su cartera de servicios con un ambicioso programa de cirugía laparoscópica y una amplia especialización para su aplicación en el abordaje de tumores urológicos: cáncer de vejiga, próstata, riñón y vías urinarias. Actualmente, Valme es uno de los centros hospitalarios andaluces con el abanico más completo para el abordaje mínimamente invasivo en la especialidad de Urología, lo cual favorece la mejora continua de los resultados en salud.
La hiperplasia benigna es una enfermedad habitual en los hombres a partir de los 50 años
Juan Leal Lombardo Urólogo
Es un gran logro haber intervenido en hora y media, sin complicaciones y 48 horas de ingreso”
La técnica cuenta con valor añadido en tiempos Covid al acortar un 70% la estancia hospitalaria