El debate de la regulación de las viviendas turísticas, reabierto
Javier Díez es un firme defensor del sector que integra y al que desmarca de los apartamentos turísticos. Explica que las viviendas turísticas pertenecen a particulares y “no a fondos buitres”, tal como asegura que les acusan desde Podemos. Detalla que un propietario “no puede tener más de dos pisos en un kilómetro a la redonda”, algo con lo que argumenta la debilidad frente a los grandes tenedores de apartamentos (3 o más) y las cadenas hoteleras. También destaca que “no te puedes anunciar en una página web de reservas sin tener licencia”, en referencia a la regulación que ya existe sobre ellas y que el Ayuntamiento quiere aumentar. Díez cuenta que la mayoría de los propietarios de viviendas turísticas son personas que utilizan dichos beneficios, que cifra en 1.200 euros al mes, para “pagar la hipoteca de su primera vivienda o ganar un sobresueldo”. Cree que el Ayuntamiento quiere convertir sus propiedades en suelo terciario para declararlos actividad económica y equipararlos con los apartamentos turísticos y hoteles. No obstante, asegura que esta decisión sería recurrida y “perderían en los tribunales”. Por último, alude al terreno fiscal para defender a estos alojamientos, que “pagan impuestos aquí y no en el extranjero como las grandes cadenas hoteleras”. Ello hace que “el dinero se quede aquí y no se vaya fuera”.