Investigan a 4 técnicos por ocultar la avería que llevó los gases al alcantarillado
● El Seprona les ha tomado declaración como investigados por delitos contra el medio ambiente, falsedad documental y daño a la salud ● Son los que revisaron la gasolinera a petición municipal
La Guardia Civil de Sevilla está investigado a 4 técnicos, a los que ya ha tomado declaración en calidad de investigados, porque considera que pudieron ocultar la avería de la gasolinera situada junto a la barriada Guadalquivir de Coria que provocó un vertido, la contaminación de los suelos y la propagación de diversos compuestos químicos volatilizados por el alcantarillado, que llegaron hasta las viviendas de la zona. Según informó ayer en un comunicado, estos técnicos son los responsables de las inspecciones y revisiones documentales de los Organismos de Control Autorizados (OCA) y se les investiga por su presunta implicación en un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente y de falsedad documental con afección grave a la salud de las personas, con el resultado de lesiones a más de 200 vecinos de la barriada Guadalquivir de la localidad. El octubre pasado, ya se detuvo a dos administradores y el gerente de la gasolinera.
Se trata de una actuación del Equipo de Investigación del Seprona, a instancias de la Fiscalía de Medio Ambiente, en concordancia con las diligencias previas iniciadas por el Juzgado de Instrucción número 3 de Coria. La investigación de la llamada Operación Odores se inició tras la denuncia interpuesta por numerosos vecinos de la barriada del Guadalquivir, por las molestias en forma de olores a hidrocarburos que sufren desde 2017 en sus viviendas, y que les han provocado diversos síntomas y dolencias físicas y psíquicas.
La Guardia Civil detectó que, en febrero de 2018, a instancias del Ayuntamiento para determinar si el vertido y los olores procedían de esas instalaciones, se realizó la inspección de una gasolinera por parte de la OCA y la empresa de mantenimiento de la misma, que consistió en pruebas de estanqueidad. En esta actuación se detectó una avería de la tubería de aspiración que transporta la gasolina sin plomo desde el deposito hasta el surtidor, la cual estaría provocando el vertido de este producto.
La inspección que iba a realizarse ese día se había comunicado con antelación a la Administración, a través del Sistema Integral de Organismos de Control Autorizado (Sioca), como contempla la norma. Pero fue anulada finalmente por el técnico y la anomalía no se comunicó, sino que se esperó a que fuese reparada para realizar posteriormente la inspección, la cual fue favorable, según las conclusiones del Seprona.
Con ello, según indica la Guardia Civil, “se presupone que se ocultó la existencia del vertido, sin que se pudiese determinar con exactitud el inicio del mismo, teniendo en cuenta además que la revisión periódica de los tanques y tuberías, que se realiza cada cinco años, no se realizaba desde 2011, algo que es asimismo omitido por los técnicos que realizaron tanto las inspecciones como la revisión documental de dicha empresa”. El Seprona ha tomado también manifestación en calidad de perjudicados a más de 200 vecinos de la barriada, quienes se ofrecieron de forma voluntaria para que personal facultativo les tomase muestras de sangre y orina.
Los efectos a la salud producidos por BTEX (benceno, tolueno, etilbenceno y xileno) son conocidos desde hace varias décadas. Las vías de exposición a los mismos causan “severos efectos para la salud que pueden ocurrir por ingestión de agua contaminada o por inhalación, causando efectos negativos que incluyen cáncer, lesiones hepáticas e irritación de órganos”, recoge la Guardia Civil. La
La Guardia Civil cree que no informaron del origen del vertido hasta que la tubería se reparó
exposición a BTEX durante un corto periodo de tiempo produce irritación de piel y problemas en el sistema nervioso por inhalación.
Según los técnicos, como consecuencia de los escapes contaminantes de hidrocarburos tipo gasolina, gasoil y aceites minerales, se ha producido un daño sustancial a la calidad del suelo en el entorno. La contaminación ha dado lugar a un daño en las aguas subterráneas y, por los flujos de descarga de los acuíferos y su cercanía al cauce, hay un perjuicio para el sistema natural Estuario del Guadalquivir.