Revuelo de ilusiones flamencas
● La Casa Fabiola acogió la tercera edición de la pasarela Úniqo Qlamenco, un desfile en el que 16 diseñadores presentaron sus propuestas y que se pudo ver de forma virtual
Cuando febrero se vuelve loco y empieza a olernos a azahar sentimos que ha llegado el momento de empaparnos de volantes y lunares y soñar con el que será nuestro traje de f lamenca. Febrero se ha vuelto loco y el azahar ya germina tímidamente en los naranjos que más tiempo pasan al sol, pero este año (otra vez) nos quedamos sin revuelo de volantes.
Sin perspectiva de que se celebren ferias o romerías de aquí a final de año, las pasarelas de moda f lamenca nos han dejado huérfanos de lunares. We Love Flamenco ha celebrado una edición virtual con las propuestas de su edición anterior y Simof, por el momento, no se ha celebrado. Sin pasarelas ni eventos en los que poder lucir nuestro traje de f lamenca, 2021 parece seguir arrastrando la pena y el luto que lleva la moda f lamenca. Seriamente castigada por tratarse de un actividad económica estacional, la moda flamenca lleva tocada y hundida desde el pasado marzo.
A pesar de que se acabe de proponer el traje de flamenca como Patrimonio de la Humanidad, los diseñadores y artesanos continúan en la difícil tarea de la reinvención. Como agua de mayo que nos llega en febrero, la asociación Qlamenco celebró la tercera edición de Úniqo, la pasarela de moda flamenca en la que diseñadores dieron a conocer sus propuestas y que, además sirvió de reivindicación del papel de la artesanía en la moda flamenca.
Con la idea de promover la alta costura en el sector para hacer hincapié en el carácter único de lo flamenco en la moda, el desfile organizado por la asociación Qlamenco nos devolvió la ilusión por la moda f lamenca. Los diseñadores y artesanos, sin ver la luz al final del túnel, las f lamencas de corazón, huérfanas de volantes, volvieron a contar lunares como el que vive una ensoñación.
Con una mesa redonda previa, en la que se debatió el presente y el futuro de la moda flamenca, el desfile se realizó en la Casa Fabiola-Donación Mariano Bellver de Sevilla, un evento al que por cuestiones de seguridad sólo pudo acudir la prensa, pero del que se pudo disfrutar de manera virtual.
Moderada por el presidente de Qlamenco, Pedro González, la mesa redonda contó con la participación de la directora de la Pasarela Flamenca Granada, Maripi Robles; los diseñadores Delia Núñez, Juan Boleco y Pilar Torrecillas; y Esperanza M. Serrano, de Andalucía Emprende.
Edificio referente del romanticismo sevillano, la Casa Fabiola convirtió sus salas en pasarela por un día. Volantes y obras del siglo XIX se convirtieron en la unión perfecta para dar a conocer la propuesta de 16 diseñadores. Cada uno con una particular visión del traje de flamenca dejó su impronta en el traje regional más obra de arte de la historia. Vestidos a la sisa, faldas voluminosas llenas de organza, encaje, pedrería y hasta fantasía se vieron en las propuestas de estos diseñadores.
Muchos de los diseños vistos sobre la pasarela abogaban por la monocromía, como las propuestas de Luis Fernández, Javier García, Antonio Gutiérrez, Ana Morón, Adelina Infante y Juan Manuel Delgado. Con tonalidades diametralmente opuestas, estos diseñadores llevaron a la pasarela propuestas en rosas claros, mientras que Juan Manuel Delgado y Antonio Gutiérrez apostaron por la intensidad del fucsia y por la viveza del verde. El primero recordaba a un capote de torero, el segundo era el mar lleno de ola en forma de una voluminosa falda.
Diseños innovadores todos ellos en los que las mangas ablusonadas de Javier Jiménez, los volantes en cascada y las lentejuelas de Francisco Tamaral o la asimetría en dos colores de Yolanda Rivas fueron la prueba de que la moda flamenca bebe de las últimas tendencias sin olvidar sus raíces. Originalidad en Gil Ortiz, cuya propuestas emulaba el proceso de creación de un traje de f lamenca, homenaje a su tierra, Málaga, en José Galvañ, y reivindicación de la artesanía en Fina Estampa con un espectacular corsé.
Pero tampoco faltaron volantes canasteros con un estampado que evoca un museo, como propuso Atelier Rima; asimetría y drapeado en De Lunares y Volantes o voluptuosidad de enaguas como las que propuso Carmen Latorre en un diseño vainilla empolvado. Tampoco faltaron los mantones de Foronda, complemento indispensable y con entidad propia del traje de flamenca que se pudo ver cruzado al cuerpo de la modelo, de color verde y con flecos y bordado en crudo.
Juan Manuel Delgado, Adelina Infante, Ana Morón, Antonio Gutiérrez, Atelier Rima, Carmen Latorre, De lunares y volantes, Fina Estampa, Francisco Tamaral, Gil Ortiz, Javier García, Javier Jiménez, José Galvañ, Juan Foronda, Luis Fernández y Yolanda Rivas son los 16 diseñadores que devolvieron la ilusión a la moda flamenca cuando febrero se nos escapa y todavía no habíamos soñado con volantes y lunares.