Misterios de la vitamina D
● Numerosos estudios han demostrado que la falta de vitamina D complica el pronóstico frente al Covid, pero no se aclara el papel de los suplementos
Tratar de entender la evidencia científica, una suerte de verdad en constante perfeccionamiento, es un reto interminable. Las hipótesis, a menudo contradictorias, tardan en convertirse en certezas y eso es algo que exige paciencia y cierta objetividad; algo muy complejo de alcanzar en un momento como el actual en el que las verdades a gritos, la ausencia de claroscuros y la rumorología aplicada al titular llamativo conforman el paisaje. Desde el inicio de la pandemia empezó a desvelarse que los adecuados niveles de vitamina D son un factor protector frente a la infección grave por Sars–Cov–2. Pese a ello, parece que los suplementos de vitamina D no son una solución. EL cuerpo humano obtiene esta vitamina a partir de la exposición al sol y de la ingesta de algunos alimentos. Son muchos los estudios que van aclarando algunas pistas aunque las conclusiones definitivas tardarán en llegar.
Esta semana, en el marco del III Curso de Osteoporosis y Patología Metabólica Ósea de la Sociedad Española de Reumatología, el doctor José Manuel Quesada, endocrinólogo del Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba e investigador del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (Imibic), ha puesto de manifiesto que el sistema endocrino de la vitamina D tiene un doble efecto sobre el Covid-19 a través de la estimulación de la inmunidad innata facilitando la defensa del organismo y disminuyendo la respuesta de citoquinas pro-inflamatorias que mejora la afectación pulmonar y el estatus protrombótico de la enfermedad. Los pacientes con Covid-19 con expresión más grave presentan un 65% más deficiencia frente a aquellos con la enfermedad más leve. Además, esta deficiencia intensa está muy vinculada con el ingreso en Unidades de Cuidados Intensivos y muerte (más del 80%). “Por eso es crítico, que dichos niveles sean adecuados en todo momento, desde la infección por SARS-CoV2 hasta el desarrollo de la enfermedad Covid-19”, señala Quesada, quien no quiso perder la oportunidad de puntualizar que “la denominada vitamina D no es una vitamina propiamente dicha, sino que se trata de un sistema endocrino semejante al de otras hormonas como el de las hormonas tiroideas”.
Respecto a los niveles recomendados, en opinión del Dr. Quesada, “ningún paciente debería tener niveles de 25 hidroxivitamina
D menores de 20 nanogramos por mililitro, siendo incluso aconsejable que los pacientes osteoporóticos tengan niveles por encima de 30 nanogramos por mililitro en orden a conseguir una buena salud ósea y posibilitar una respuesta óptima de los tratamientos”.
De momento no está demostrado que la suplementación de vitamina D tenga un efecto protector ante la infección por coronavirus. Un documento de consenso publicado en BMJ, Nutrition, Prevention and Health, concluía que las dosis altas de suplementos de vitamina D no tienen ningún beneficio actual para prevenir o tratar Covid-19 advirtiendo incluso de los efectos no deseados de los suplementos de vitamina D.
En un estudio retrospectivo anterior, publicado el pasado mes de septiembre, investigadores de la Universidad de Chicago, en Estados Unidos, encontraron una asociación entre la deficiencia de vitamina D y la probabilidad de infectarse con el coronavirus. “La vitamina D es importante para la función del sistema inmunológico y se ha demostrado anteriormente que los suplementos de vitamina D reducen el riesgo de infecciones virales del tracto respiratorio”, afirmaba ese estudio publicado en JAMA Network Open.
Otro estudio publicado en octubre por investigadores españoles concluyó que los pacientes con Covid-19 que presentan deficiencias de vitamina D tenían una mayor prevalencia de hipertensión y enfermedades cardiovasculares, niveles elevados de ferritina y troponina séricas, así como una estancia hospitalaria más prolongada. Pese a estos factores, no se encontró una relación causal entre la deficiencia de vitamina D y la gravedad del Covid-19 como criterio de valoración combinado o como componentes separados, según recogió The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism.
La vitamina D es, en realidad, un sistema endocrino semejante al de otras hormonas