Una rivalidad con varios capítulos tensos
La rivalidad entre Sevilla y Osasuna, pese a la lejanía geográfica, ha vivido episodios que bien pudieran parecerse a los que se viven en un derbi de dos equipos cercanos. Desde los piques entre Javier Aguirre y Joaquín Caparrós, el mordisco de Webó a Javi Navarro (éste le correspondió con un dedo en el ojo), las supuestas palabras de Cuco Ciganda sobre la muerte de Puerta, el vídeo del entrenador mexicano entonando en los servicios de una discoteca una versión insultante del himno de El Arrebato... Los recuerdos negativos han sido varios, pero también partidos vibrantes y apasionantes con importantes logros en juego.
Unas semifinales de la Copa de la UEFA en la que los blancos, con Juande Ramos, remontaron el 10 de la ida en El Sadar (Soldado) con un 2-0 en el Sánchez-Pizjuán (Luis Fabiano y Renato) en la campaña 2006-07, o el célebre partido de la nieve en el que el Sevilla quedó eliminado en cuartos de final de la Copa del Rey (200203), cuando los nervionenses no sabían que estaban clasificados con el 2-2 que lucía el marcador y se lanzaron al ataque han sido dos de las citas que han marcado esta rivalidad, que también tuvo otro episodio destacable en el choque que sirvió para que el Sevilla se clasificara por primera vez para competición europea en este siglo (1-0 con gol de Julio Baptista), un choque en el que saltaron chispas en el terreno de juego.
Las estadísticas, con el paso de los años, han mejorado en lo que se refiere a las visitas del Sevilla a El Sadar, donde no pierde desde 2013, cuando Puñal y Cejudo remontaron un tanto de Negredo.
De hecho, en las últimas diez visitas en la Liga, ha logrado vencer en tres ocasiones y ha arañado cinco empates, por lo que sólo ha perdido dos encuentros. En el cómputo global en todas las competiciones el Sevilla ha ganado 13 veces y ha perdido 25 en Pamplona en 51 visitas.