Defensa retoma mañana el plan de inmunización a los militares
● La ministra destaca en Capitanía el papel de los rastreadores del Ejército, cuya labor se coordina en toda España desde Sevilla
El Ministerio de Defensa retomará mañana miércoles el proceso de vacunación contra el Covid-19 de los militares españoles. Por el momento, se les pondrá a los menores de 55 años la primera dosis de la vacuna de Astrazeneca, una vez que las autoridades sanitarias han confirmado que se trata de una vacuna segura, fiable y efectiva. Así lo anunció ayer la ministra de Defensa, Margarita Robles, que visitó el cuartel general de la Fuerza Terrestre, cuya sede se encuentra en la Capitanía General de Sevilla.
Robles explicó que hay ya unos 14.000 soldados vacunados, de los que unos 6.000 lo han sido con Astrazeneca. De ellos, ninguno ha experimentado ningún efecto secundario grave, más allá de los habituales que están sufriendo la mayoría de los vacunados, como son la febrícula, el cansancio y malestar general.
El proceso de vacunación del Ejército, considerado como un colectivo de riesgo frente al Covid, se paró cuando se interrumpió la vacunación con Astrazeneca, y está previsto que se retome mañana miércoles. Los otros 8.000 soldados ya vacunados lo hicieron con los viales de Pfizer y Moderna.
La ministra indicó que el personal militar que ha sido vacunado ya son principalmente los sanitarios, los que participan en misiones internacionales, la marinería que se encuentra embarcada y ha ido a países de riesgo, los soldados que han formado parte de campañas logísticas y los de la Unidad Militar de Emergencias (UME), que han hecho numerosas desinfecciones en instalaciones críticas, como residencias de ancianos, estaciones, aeropuertos o cárceles.
Las Fuerzas Armadas españolas están compuestas por más de 120.000 personas, por lo que todavía falta un largo proceso de vacunación para poder inmunizar a todo el personal. Desde el inicio de la pandemia, Robles recordó que han sido 16 los militares que han perdido la vida como consecuencia de la enfermedad. Uno de ellos fue el arzobispo castrense, Juan del Río, y otro un marinero del Hespérides.
Robles quiso destacar el papel del Ejército durante esta pandemia, que ha puesto en marcha las operaciones Balmis y Baluarte. La ministra visitó la sala del Mando Componente Terrestre, desde donde se dirige toda la operación Baluarte. Estuvo acompañada por el teniente general jefe de la Fuerza Terrestre (Futer), José Rodríguez.
Desde aquí se han coordinado los más de tres millones de llamadas que han hecho los rastreadores militares para detectar contactos con positivos, así como realizar el seguimiento de los pasajeros procedentes de países de riesgo y con cepas propias, como Brasil y Sudáfrica, entre otros. Actualmente hay unos 2.200 militares en estas tareas, pero la ministra explicó que pueden llegar a disponer de hasta 5.000 si fuera necesario. Robles felicitó a los soldados por su “entrega y dedicación y, sobre todo, por la carga de humanidad” que han demostrado con las personas mayores que viven solas.
Para la ministra, este trabajo ha supuesto que la sociedad se reencuentre con el Ejército y destacó que los militares se encuentran “muy satisfechos” por la labor realizada. Añadió que muchos de los soldados que trabajaron en la primera ola de la pandemia en instalaciones críticas son muy jóvenes y quedaron afectados por lo que vivieron. De hecho, hay unos 2.000 soldados que están siendo apoyados por psicólogos. “Anécdotas nos han contado de todo tipo. Hay quien dice que nunca olvidará el olor en los hospitales, sobre todo en Madrid, en los peores días de la pandemia, cuando había una gran cantidad de muertos que ellos iban recogiendo”. Por ello, los que participaron en la operación Balmis están siendo ahora condecorados. Para Robles, ahora se abre una “etapa esperanzadora” por el proceso de vacunación y la llegada de fondos europeos para la recuperación.