Las casas del Patio de Banderas ya están catalogadas como BIC
● La protección se extiende a este entorno del recinto palaciego tras más de dos años de espera
El expediente se inició hace casi tres años. El Real Alcázar de Sevilla acaba de recibir la certificación por parte de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía que acredita que las edificaciones del Patio de Banderas están dentro de la catalogación como Bien de Interés Cultural, lo que supone justificar la catalogación BIC que hasta ahora sólo tenía el recinto palaciego.
Esta comunicación ha sido trasladada por el alcaide del monumento, Román Fernández-Baca, al Consejo del Patronato, que se reunió ayer bajo la presidencia del alcalde de la ciudad, Juan Espadas. Una noticia que permite cerrar un proceso que se inició en julio de 2018 con la aprobación en el Pleno municipal de una moción en la que se propuso una estrategia de protección y uso adecuado de los inmuebles del Patio de Banderas, especialmente dedicado a aquellos en los que han aparecido restos del palacio de Al Mutamid.
“Las edificaciones y espacios del denominado Patio de Banderas forman parte del recinto de los Reales Alcázares de Sevilla, inmueble ubicado en Sevilla, inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz,
Antonio Muñoz
Delegado de Cultura
La división entre las casas y el palacio no se correspondía con la historia de la ciudad”
con consideración de Bien de Interés Cultural, tipología Monumento (…) estando asimismo el citado patio dentro del ámbito declarado por Unesco Patrimonio Mundial en 1987”, según consta en la certificación emitida el 12 de marzo pasado por la Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental.
Según explica el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, esta certificación aclara y resuelve definitivamente que el Patio de Banderas es un BIC delimitando la extensión geográfica concreta del Real Alcázar de Sevilla y, por tanto, la declaración de Patrimonio Mundial que tiene el monumento. “En suma, el Patio de Banderas y sus edificaciones tienen el mismo grado de protección patrimonial que el propio recinto palaciego”, apunta.
Román Fernández-Baca ha trasladado al Consejo del Patronato que la declaración BIC de 1981 no especificaba las edificaciones y espacios del Patio de Banderas, de ahí las investigaciones arqueológicas para su inclusión y la delimitación del perímetro del BIC. Estas investigaciones fueron el soporte para reclamar a la Junta de Andalucía una certificación que considerara al Patio de Banderas dentro del ámbito BIC de 1931 y el registro como tal en su tipología como monumento, cuestión ahora resuelta y comunicada por la Consejería. La reivindicación de las casas del Patio de Banderas por parte del Ayuntamiento es una iniciativa histórica que se viene produciendo desde que en 1931 el Gobierno cedió el Alcázar y los jardines al Ayuntamiento y no completó el proceso con las casas. Desde entonces, muchas de ellas han cambiado de manos e incluso se han producido subastas y ventas en su mayor parte en contra del criterio de la Corporación municipal.
“La división sin sentido que existía entre las casas del Patio de Banderas y el recinto del Real Alcázar era artificial y no se correspondía con la historia de nuestra ciudad. Los recientes hallazgos arqueológicos del primitivo Palacio de Al-Mutamid avalan que el Patio de Banderas forma parte inequívoca del Real Alcázar”, según concluyó Muñoz.
El Real Alcázar de Sevilla, a través su Comisión Ejecutiva, aprobó ayer el plan de conservación, investigación y difusión para el monumento y la Casa Consistorial correspondiente al año 2021, que prevé ejecutar o impulsar inversiones por un importe superior a los tres millones de euros. “El Ayuntamiento ha decidido no sólo mantener las puertas abiertas del monumento, sino también realizar un esfuerzo para su conservación patrimonial”, apuntó el delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz.
A lo largo de 2021, se elaborarán los pliegos para la contratación de las obras de restauración de los azulejos cerámicos del Palacio Gótico (se estiman en 900.000 euros de inversión) y del Estanque de Mercurio (unos 200.000 euros), así como para la tapia almenada del Paseo de Catalina de Ribera, cuya primera fase de trabajos se ejecutó el año pasado, a la vez que se elaborarán los proyectos para la portada de la fachada de la Puerta del Apeadero y el acondicionamiento de la sala de exposiciones del Apeadero. Para la Casa Consistorial, se impulsarán los pliegos de restauración de las fachadas neorrenacentistas y neoclásicas, con una inversión de aproximadamente 1,8 millones de euros. En 2021 se afrontará, asimismo, un importante refuerzo en materia de seguridad en recinto.